"Ganamos porque fuimos equipo"

Recordar, decía Ortega, consiste en volver a hacer pasar por el corazón lo que una vez ya pasó por él. Estos días revivimos el gol de Iniesta (y las imprescindibles paradas de Iker) en lo que fueron las expresiones más visibles del trabajo y del talento de todo un equipo pilotado por el gran Vicente Del Bosque. Un gol de Iniesta que en mi condición de ministro de cultura además de deporte me atrevo a calificar de "obra de arte".

Nunca olvidaremos aquel día, dónde estábamos, con quién compartimos (yo con mis amigos de la infancia) una emoción que nos hizo llorar de alegría y que nos llenó de orgullo. Y quizá esa sea una de las primeras y mejores enseñanzas de volver a pasar por el corazón aquel día inolvidable, especialmente en estos tiempos difíciles que estamos viviendo con una crisis sanitaria sin precedentes con efectos económicos y sociales graves.

Debemos estar juntos, con sentido de la responsabilidad, sin miedo, con prudencia pero mirando alto y mirando lejos, con amistad cívica y sin mezquindad. Si nos queremos y nos reconocemos como país, los unos a los otros en nuestra maravillosa diversidad que nos enriquece cuando busca favorecer el interés general, el bien común, saldremos bien de ésta y seremos imparables.

El gol de Iniesta no hubiera sido suficiente sin los paradones de Casillas, sin ganarle antes a Alemania, sin la derrota aleccionadora contra Suiza en la primera fase, sin la serenidad de Busquets, sin la visión amplia de Xabi Alonso, sin la velocidad de Pedrito, sin la pillería de David Villa, sin la complicidad y el carisma de Ramos y de Piqué, sin la determinación y la contundencia de Pujol, sin el cerebro científico de Xavi, sin el desparpajo sorprendente de Capdevilla, pero también sin la solidaridad, el altruismo y la humildad de Navas, Fábregas, "el Niño" Torres o Marchena...

Por eso ganamos. Porque fuimos equipo. Diferentes cada uno de los jugadores pero perfectamente compatibles, ensamblados en un proyecto común que se elevó por encima de las singularidades y los egoísmos. Y, sí, también, porque nos lideró la templanza hecha carne: D. Vicente del Bosque, que había recogido con grandeza el testigo del "sabio de Hortaleza".

Fuimos durante mucho tiempo la furia, y no desdeñemos esa cualidad, pero fuimos capaces de completarla con trabajo, talento y humildad. Compañerismo, espíritu de sacrificio, lealtad, sin tener nada seguro, con fair play también dentro del equipo, con optimismo y confianza. Hace 10 años nos distéis un ejemplo, querida selección española. Esos ejemplos, con esas virtudes, que hacen entender que el gran intelectual francés Albert Camus escribiera que "todo cuanto sé sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol". Gracias eternas. Sois gigantes y seguimos subidos en vuestros hombros. Nos servís de guía, no solo para el deporte. Sois una luz que ilumina el camino de este gran país que es España.

*Ministro de Cultura y Deporte. Gobierno de España