El nuevo contrato de Luis de la Fuente, y de su equipo de trabajo, está preparado. Rafael Louzán, presidente de la Federación desde el pasado mes de diciembre, ha dado prioridad absoluta al cierre de un caso que se había enredado después de que Pedro Rocha no pudiera rubricar lo acordado con el seleccionador. Ahora es cuestión de pulir detalles y poner fecha y hora al momento de hacer oficial el acuerdo alcanzado.
Louzán, que se encuentra en Sudamérica para acercar posiciones con las tres subsedes mundialistas de 2030 (Argentina, Uruguay y Paraguay), quiere que el caso de De la Fuente quede resuelto antes de que el 5 de febrero el Supremo resuelva su situación judicial y permita o no que siga al frente de la Federación. Sea cual sea la decisión del Alto Tribunal, la postura del Louzán es que el seleccionador y su equipo tengan todo aclarado en una ruta que lleva al Mundial 2026.
Desde que llegó al cargo, el presidente ha querido afrontar ese tema. Las reuniones han sido continuas, tres la semana pasada, y la sintonía entre las dos partes ha ido creciendo con el paso de las semanas hasta llegar a este punto de acuerdo. Atrás queda un periodo, previo a la llegada de Louzán, en el que el escenario se tensionó. El punto más alto de esa fricción llegó en Córdoba, tras el 3-0 a Serbia. En la rueda de prensa, De la Fuente mostró su cara más reivindicativa con aquello de que tendría motivos para estar crecido, un término deslizado desde el interior de la Federación en relación al seleccionador.
El contrato de De la Fuente es algo pendiente desde antes de la Euro. El 5 de junio, en Badajoz y antes del amistoso ante Andorra, se anunció un acuerdo que quedó en cuestión en forma y fondo desde el primer momento. Después, España ganó la Euro de forma brillante y la figura del seleccionador cobró una dimensión que nadie imaginaba antes de viajar a Alemania. La posición de fuerza cambiaba de terreno. Llegaron las llamadas, las ofertas, las frases de De la Fuente en las que urgía a moverse a una Federación colapsada por la situación de interinidad de su presidente.
Superado ese momento de incertidumbre, De la Fuente llega a la ventana de marzo con la tranquilidad de un contrato acorde a lo que él cree que su trabajo y el de los suyos merece. Así afrontará los cuartos de final de la Liga de las Naciones, el choque ante los Países Bajos en el que España tratará de estar por tercera vez seguida en la Final Four. Y defender un título que supuso un cambio radical en la historia de De la Fuente en la selección. De aquella final, ganada a Croacia donde en marzo se juega la ida, Rotterdam, nació la fortaleza que ha llevado al nuevo contrato del riojano.
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