- Nations League. Uno a uno de España ante Dinamarca: valoración y comentarios
La selección española ya tiene asegurada su lugar de cabeza de serie en el sorteo del próximo viernes de los cuartos de final de la Liga de las Naciones. Eso le permite jugar la vuelta en casa, con Valencia como candidata. Lo hizo con un punto de sufrimiento que no venía a cuento después de un partido que manejó a su antojo y se enredó después de una pésima cesión de Fabián a Raya que recordó lo de Pedri y Unai Simón en el mismo campo y la misma portería. Pero al final, pidiendo la hora y todo, la historia sigue. Y van 15 sin perder.
Olmo y el frac
Dani Olmo se plantó en el Parken como un dandy. Era su regreso a la selección después de perderse la ventana de octubre por lesión. El 10 de la selección salió de esmoquin y en cada balón que pasaba por sus botas ofrecía una elección de elegancia. Dani es de esos jugadores que hacen cosas que parecen imposibles con una naturalidad que hace que parezcan sencillas. Esa es la diferencia entre un gran jugador y uno extraordinario. El catalán es de esa categoría extra. El pase de gol a Ayoze es un ejemplo más.
Ayoze y Baena se lo ganan
Ninguno de los dos estaba en los planes de la prensa. Pero Álex Baena y Ayoze entraron en el once de España. No es raro. Los dos jugadores del Villarreal entrar en eso que el seleccionador llama un equipo con mayúsculas. El centrocampista venía de un partido enorme ante Serbia, además de una temporada en la que el crecimiento de su juego y peso presenta una curva ascendente cada vez más vertical. Por su parte, Ayoze ya fue titular en Belgrado, en el primer partido después de una Euro en la que apenas participó un cuarto de hora ante Italia. ¡Pero qué cuarto de hora! Cuando De la Fuente dice que más de una vez veremos un equipo sin Nico y Lamine Yamal no es con la boca pequeña. Ayoze demostró que tiene fútbol de campeón de Europa, sea en la banda o de 9. Su balonazo al larguero fue la carta de presentación de un manual de buenos recursos de delantero, con gol incluido.
Correr para atrás
Caminaba el partido por el minuto 25 cuando Zubimendi cometió un error que cogió al equipo mal parado. Rugió el Parken al ver a su equipo en ventaja y con España mal colocada. Pero de repente, Hojlund se vio rodeado de camisetas amarillas. ¿De dónde habían salido? El repliegue español obligó a los daneses a asegurar la pelota, volver a su campo y la jugada acabó en pies de Kasper Schmeichel. La ilusión danesa acabó en un coro de decepción y resignación.
La visión de juego de David Raya
Un portero tiene que parar. Eso es lo primero. Pero en el fútbol de hoy es un extra tener a un tipo que sea capaz de construir juego desde la base, desde casi la línea de gol propio si hace falta. Y David Raya es una garantía. Toca en corto, sale en largo, con la derecha, con la izquierda... Y con la mano. En Ginebra dio un pase excelente para Ferran y en Copenhague dio un recital de lectura de juego. Hay selecciones que non tienen centrocampistas con la visión de juego de David Raya. Al final participó en el susto con la mala cesión de Fabián, que le exigió algo que ya era demasiado.
Don Pedro Porro
Cuando Dani Carvajal se lesionó de extrema gravedad, un escalofrío recorrió a la selección española. No sólo porque se quedaba sin el mejor lateral derecho del mundo. El tema era que, ya sin Navas, parecía que un abismo se abría en sea zona. Porque Pedro Porro, el elegido por De la Fuente, había sufrido calvario tras calvario con España. Pero el lateral del Tottenham ha demostrado en estas dos ventanas que al fin es en la selección en que se ve en la Premier. Bien atrás, con el extra final del los mordiscos de Isaksen, bien arriba. Una gran noticia para España.
La bestia negra danesa
Ver a España es una pesadilla para los daneses. Esta vez tampoco. Cada vez que la selección española aparece en el camino de la Dinamita Roja es un disgusto nórdico. El gol de Flemming Povlsen el 30 de marzo de 1993 sigue siendo el que ha dado a Dinamarca la única victoria oficial sobre España. Después de 11 partidos sin caer en su Parken, la derrota volvió al vocabulario danés. Y no podía ser otro equipo más que España el que la provocara. La bestia negra danesa va de rojo, blanco o amarillo, pero no cambia de nombre: España.
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