Con la llegada de Kylian Mbappé en verano, Carlo Ancelotti intentó fabricar un mundo ideal, feliz y sin los problemas que golpean a casi todos los equipos, donde la gestión interna entres varias de sus estrellas se antojaba crucial para no romper un ecosistema que la temporada pasada había sido clave en la conquista de todos los títulos. Un arma de doble filo que otorgaba más responsabilidad a los jugadores para intentar repartir un 'premio' de la manera más justa y sin que afectase a los objetivos del equipo.
"Es una comunicación, Vini tira el primero y yo el segundo. El míster nos da libertad a los dos y tenemos que ser inteligentes para ver cómo está el partido. Como dije el primer día en mi presentación, no quiero forzar las cosas y llegar aquí y coger el balón, quiero que salga todo de manera natural. Los penaltis son una cosa que vamos hacer de manera natural", explicaba el delantero francés tras anotar un penalti frente al Betis. Poco después se uniría al nuevo plan Jude Bellingham para formar un tridente que debía repartirse de manera altruista los lanzamientos desde los once metros. El cuerpo técnico apostaba todo a la bondad y sensatez en una plantilla unida y que no tiene fisuras para tratar de encontrar la fórmula perfecta. "No lo es, porque creo que es correcto darle la responsabilidad a los tres. Ellos tienen para tirar el penalti la misma calidad y no quiero elegir. También porque en un partido pasan muchas cosas y uno puede haber marcado un gol y el otro necesita hacerlo", aseguraba Carlo, que no veía problema alguna en el cambio de planes para esta temporada.
3 fallos claves provocan un final precipitado
No tenía que ver con una lucha de egos, sino con un reparto entre sus estrellas para tener a todos contentos. Así las cosas, el atropellado plan que vio la luz al arrancar la temporada... se ha terminado convirtiendo en una pesadilla para el Madrid en momentos claves de la temporada. Hasta el momento, el conjunto blanco ha lanzado 11 penaltis en todas las competiciones, con un balance de 8 convertidos y 3 fallados, lo que representa una efectividad del 72,7%. Sin embargo, esos tres errores han llegado en circunstancias similares: con el equipo perdiendo 1-0 y necesitado de empatar.
Kylian Mbappé ha sido el lanzador principal, pero su eficacia del 60% (3 de 5) ha dejado dudas, especialmente después de sus fallos contra el Liverpool en Anfield y el Athletic en San Mamés, ambos encuentros terminados en derrota. Bellingham, con su fallo en Mestalla, acumula una efectividad del 50% (1 de 2). Y Vinicius, que no conoce el fallo en esta temporada, se ha convertido en el jugador más fiable desde los once metros (3 de 3). Pese a la agónica remontada frente al Valencia, el encuentro dejó un punto de inflexión para Carlo Ancelotti, quien anunció una medida importante tras el tercer penalti fallado de la temporada.
Me molesta que hayamos fallado tres penaltis y creo que tengo que tomar la responsabilidad de decidir quién los va a tirar
"Me molesta que hayamos fallado tres penaltis y creo que tengo que tomar la responsabilidad de decidir quién los va a tirar", confesó el italiano en rueda de prensa para tratar de acabar con una estrategia que no ha funcionado. Y es que lo más alarmante no son solo los errores, sino el contexto en el que se han producido. Así las cosas, ahora le tocará a Carlo y su cuerpo técnico mover ficha para decidir el lanzador del equipo blanco... donde hay varias opciones encima de la mesa: un solo lanzador (poco probable), elección por estado de ánimo y confianza, fiabilidad hasta el fallo...
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