- Directo. Real Madrid - Dortmund
Toque serio de Carlo Ancelotti en el descanso del partido. No entendía lo que estaba pasando sobre el césped de Balaídos. Poco importaba que el marcador favorecía al Real Madrid, el desbarajuste y cierta apatía no entraban en la cabeza del entrenador del equipo blanco, que exigió a sus futbolistas un cambio inmediato.
El técnico parecía tener claro cómo debía jugar su equipo ante el Celta y también pensó que sus jugadores también lo podrían tener, pero nada más lejos de la realidad. La realidad era otra muy distinta y técnico y jugadores (Tchouameni, Camavinga y Militao) lo escenificaron durante la primera mitad. Desajustes en las marcas y alguna pérdida de balón llevó al entrenador del Real Madrid a marcharse al vestuario enfadado como pocas veces.
El descanso del choque ante el Celta sirvió para que Ancelotti trasladara su enfado ante lo vivido en el césped, por la falta de sentido de equipo y de juego colectivo. Cierto es que la semana ha dado para pocos entrenamientos del equipo blanco (dos), pero la confusión estuvo por encima de cualquier circunstancia, algo que el técnico dijo a los suyos.
En la segunda mitad la imagen mejoró algo, pero no lo suficiente como para que entrenador y jugadores se marcharan satisfechos de Vigo más allá de por los tres puntos conseguidos. Más que la aparición de carrileros en el esquema blanco, lo que el equipo no terminó de entender la posición de los tres centrales. Primera gran consecuencia de la ausencia de la lesión de Carvajal.
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