El Madrid apagó el incendió del derbi en una buena tarde de fútbol en la que volvió a manifestar una falta de pegada alarmante. Para el 1-0 necesitó 18 remates a puerta, dato que preocupa al madridismo pero que ya no sorprende.
El muro amarillo que levantó Álvaro Vallés lo echó abajo Brahim, que ya había tenido varias ocasiones antes para marcar y que fue el mejor del Madrid, lo que pone el foco en Ancelotti. No se entiende los pocos minutos que le había dado en las primeras seis jornadas, como tampoco se entiende que le quitara antes de la hora, cuando estaba desatado en el uno a uno. Ahora mismo está mucho mejor que Rodrygo, pero Carletto mide mucho, quizás demasiado, los galones de los jugadores. Muy bien lo va a tener que hacer Brahim para jugar con más regularidad, sobre todo ahora que vuelve Vinicius...
Brahim se lo merecía
No es un jugador para ser titular indiscutible, pero tampoco para estar defenestrado. Brahim se encargó de demostrar en su primera oportunidad como titular que puede ser un futbolista muy útil para el Real Madrid. Firmó un partido notable que no alcanzó el sobresaliente por las ocasiones que falló. El gol nunca fue su fuerte, pero pese a todo fue el jugador que abrió el marcador.
Brahim tiene desborde y un juego entre líneas que al Madrid le viene de lujo ante defensas cerradas. En la comparación con Asensio, que es al jugador al que vino a reemplazar, gana en uno a uno y pierde en pegada, pero en este Madrid justo en ataque, debe ser un futbolista importante. Y si ahora está mejor que Rodrygo, que juegue.
Joselu está donde debe
En este Madrid, Joselu va a ser un jugador fundamental. Es el único nueve puro de la plantilla y lo demuestra cada vez que juega. Claro que no tiene la asociación de Benzema ni la pegada de Cristiano, pero siempre está en su sitio y acabará la temporada con 15 ó 20 goles. En el Bernabéu sigue de dulce, marcando cada vez que juega. No se merecía el cambio tras hacer el 2-0. Como tampoco lo merecía Brahim. Al menos en el minuto 57.
Ni Kroos, ni Modric...
No es justo el ruido que se está generando alrededor de Kroos y Modric, señalados cada vez que el Madrid pierde un partido con ellos en el campo. Modric, cierto es, no jugó su mejor partido en el Metropolitano, pero tres días antes frente al Union Berlín había dado una lección. El alemán, por su parte, fue de los mejores en el Metropolitano, pero la derrota ante el Atlético también se lo llevó por delante... La canción de que ya no pueden jugar juntos está calando hasta tal punto de que Ancelotti está reduciendo su número de minutos de una manera excesiva, sobre todo los de Kroos, que sigue siendo el jugador que mejor hace de mediocentro.
Si no es por Álvaro Vallés...
La UD llegó al Bernabéu con pocos puntos, pero como el menos goleado de LaLiga, en buena medida gracias a su portero, Álvaro Vallés. El meta fue el culpable también de que su equipo no se llevara una goleada de escándalo en el Bernabéu, porque la defensa no ofreció oposición alguna. El Madrid remató 18 veces en la primera parte y 12 en la segunda ante un portero que se fue con nueve paradas del estadio del Real Madrid.
Joselu, Brahim, Rodrygo y hasta Nacho se desesperaron con sus paradas, hasta que el marcador se rompió en el 48'. Un remate a la escuadra de Brahim que rozó en Curbelo acabó con su noche mágica en Madrid, aunque dejó su sello.
Prueba de fuego para Ancelotti... en Girona
El fuego del derbi lo empezó a apagar Ancelotti en la rueda de prensa previa al partido ante Las Palmas, aunque fueron los goles de Brahim y Joselu los que devolvieron la paz al Bernabéu. La tranquilidad, eso sí, hay que refrendarla en la cita del sábado ante el Girona, rival que nunca se le ha dado bien al Madrid y que ahora mismo es de los peores con los que te puedes cruzar en el campeonato. El Girona es un equipazo que convierte el duelo del sábado en una prueba de fuego, sobre todo para Ancelotti.
