- Nueva función : "Intentaré seguir sumando desde el otro lado"
Muchos de ustedes recordarán el mediático caso del Costa Concordia. Un crucero con más 4.000 pasajeros a bordo que sufrió un accidente en la isla del Giglio donde murieron 32 personas y 64 resultaron heridas. Su capitán, sco Schettino, fue un cobarde absoluto. Abandonó el barco antes que nadie, dimitió de sus responsabilidades y vio como el crucero -más grande que el Titanic- se iba a pique. Sus actos lo llevaron a la cárcel. Evidentemente, abandonar un barco es lo último que debe hacer un capitán.
¿Y qué hace un periodista de MARCA recordando un suceso de 2012? Se lo explico. La compleja situación deportiva del Racing de Ferrol ha provocado que el mercado de invierno se haya convertido en crucial para tratar de salvar la categoría. Salidas, llegadas, cambio de entrenador y, el último día, una puñalada en el pecho. El capitán, Álex López, 'abandona' el barco.
Verán que entrecomillo el 'abandona' porque lo de Álex y Schettino no se parece en nada. Viendo la situación del equipo, en noviembre puso su ficha disposición del club y a finales de enero Carlos Mouriz le dijo que la necesitaba. "Después del Racing no hay nada", viene repitiendo Álex. Y así ha sido. El 3 de febrero dejó su ficha a un compañero y con ella deja también el fútbol profesional. Un adiós injusto, inmerecido, pero que él ha elegido en su penúltimo servicio al Racing, el club de su corazón.
En una ciudad que se caracteriza por hacer los mejores barcos del mundo, no existe fragata en la que quepamos todos los que vamos en el equipo de Álex. En el equipo de un chico ferrolano que, como yo, o quizá como usted, se marchó de su ciudad para cumplir sus sueños y regresó a casa para culminarlos. O Val, Narón, Vigo, Sheffield, Valladolid, Gijón y Brisbane como estaciones de paso para regresar a donde todo empezó y cerrar el círculo.
Álex, como su amigo y compañero de aventuras Diego Rivas, decidió volver a casa para ayudar al Racing a regresar al fútbol profesional. Y lo logró. "No sé qué decir, llevo soñando con esto muchos años. Es para gente como tú", dijo al micrófono de Radio MARCA que sostenía quien escribe segundos después de conseguir el ansiado ascenso a Segunda División.
Me van a permitir que esta opinión, la primera que escribo en tres años en MARCA, cruce levemente la barrera de lo estrictamente profesional para dedicarle unas palabras al protagonista. Álex, al que conozco desde hace 20 años, fue mi monitor en los Campus del Racing de Ferrol y el primer jugador de Primera División que entrevisté en mi vida. Y estoy realmente enfadado con él. Me duele que se tenga que ir de esta manera. Con la discreción y humildad que le han caracterizado durante su carrera. Siendo servicial, racinguista y solidario hasta el último minuto de partido. Por suerte, se aparta del verde, pero este capitán no abandona el barco: simplemente se va donde los focos apuntan menos para ayudar a sacarlo a flote y cumplir a rajatabla el late motiv del buen ferrolano: aquí quiero quedarme. Gracias Álex, por gente como tú perder ya no es lo normal.
Comentarios