Javi Gracia presentó a toda su camada de cachorros en San Sebastián y la apuesta le salió perfecta. Sufrió, claro que lo hizo, cómo no hacerlo con el equipo que había enfrente. Pero esa especie de Valencia sub 21 se llevó el premio gordo. Ya que no le traen fichajes, el técnico visitante debió pensar aquello de que 'de perdidos al río'. Agitó el árbol, tiró del mismo a gente contrastada como Guedes, y dejó en el ruedo a chavales como Musah, Álex Blanco, Kang In, Guillamón y compañía.
Sea por este once, sea por su presión alta y buena colocación en el campo, el caso es que la Real se vio sorprendida de inicio. Se suponía que con Merino, David Silva y Januzaj sobre el césped, el dominio y el manejo de la pelota estaba asegurado para los de Imanol. Pero nada más lejos de la realidad.
No es que el Valencia dominara, sería mucho decir, pero la sensación de peligro que había, a cuentagotas eso sí, llegaba más por parte de los levantinos. Y eso que la primera del partido la tuvo Isak, que se las ingenió para rematar de espuela un centro de Barrenetxea, que si llega a entrar hubiera estado abriendo telediarios toda la semana. Se fue alto por poco.
Pero eso que pasó en el minuto 13 fue una especie de espejismo para el ataque local. En el resto de la primera parte, apenas sumó a esa ocasión un tirito de Januzaj que detuvo Jaume sin problemas. Tambien la tuvo el Valencia, en una contra que Gayá cedió a Kang In para que disparara desde la frontal. La pierna de Elustondo evitó probablemente el 0-1.
El arranque de la segunda parte, sin embargo, ofreció un cambio en el guión. La entrada de Oyarzabal dotó de más fútbol a los de Imanol. El balón era blanquiazul y el Valencia empezó a retroceder metros. El centro del campo realista empezó a generar fútbol, a robar rápido y a rondar la meta che. A todo esto, apenas se llevaba un cuarto de hora y parecía que el Valencia miraba ya el reloj pidiendo el final del partido. Como pensando que no llegaban vivos al final si el choque seguía por los mismos derroteros.
Imanol, aunque su equipo estaba en franca mejoría, hizo un cuádruple cambio mediada la segunda parte. Más madera que se suele decir. Sin embargo, de entrada, tanto cambió enfrió el partido. También hizo dos seguidos Gracia. Este nuevo fútbol es lo que tiene. Como cuando en las pretemporadas se hacen tantos cambios y los partidos pierden gas. Pues lo mismo.
Pese a todo, la Real la tuvo al filo de la media hora en un tiro de Oyarzabal, que entraba sí o sí, y que repelió en Jason para salvar a los suyos.
Y en la siguiente jugada, llegó Gayá por su banda, la puso al área y Maxi Gómez ejerció de lo que es, un '9' puro, para empalarla a la red. ¿La culpa fue de Imanol y sus cuatro cambios a la vez cuando mejor estaba su equipo? Nunca lo sabremos...
Lo que era en el Valencia recular, aguantar y sentirse a merced del rival, pasó a ser todo lo contrario. Se vino arriba, subió líneas y dejó de sufrir. Además, con 0-1 a favor. Lo del fútbol y el estado de ánimo...
Con todo, dio tiempo a un gol de Le Normand en el minuto 95, que el VAR anuló por mano previa. Para que no faltara de nada, también hubo polémica al final.