El Celta, que tiene un jugador que es una estrella, Aspas, se presenta como candidato a Europa. Los celestes mantienen su idilio en Balaídos y vuelven a ganar. A la épica victoria ante el Betis en casa añaden esta frente a Osasuna firmando por el medio un empate en el Metropolitano. Corren buenos tiempos en el equipo celeste que se coloca a rebufo de la zona noble de la tabla y que, además, ya cuenta con Iago, recuperado totalmente de su lesión. El 10 salió al campo y en cuatro minutos resolvió. Los navarros, mientras, pierden en LaLiga cinco partidos después.
No suele suceder cuando juega en casa el Celta, un equipo de buen trato de pelota, pero Osasuna se hizo con con el control del balón en Balaídos. Mandaban los navarros. Torró y Moncayola manejaban el ritmo del juego y Bryan Zaragoza, muy activo, buscaba el desequilibrio final. Tampoco sufrían mucho, que todo hay que decirlo, los gallegos, que se atrevieron en ataque. Fer López, quien dejó algún destello, filtró un pase para que Ilaix se girara en el interior del área y rematara fuera.
Bryan tenía libertad de movimientos. Aparecía por el costado derecho, por el izquierdo, incluso por el centro, desde donde lo intentó con un remate en la frontal. Antes Boyomo, con un buen pase en profundidad, le habilitó para la carrera en una jugada que culminó con disparo desviado. El Celta fue creciendo según se acercaba al descanso. El primer remate a puerta del encuentro llegó en la prolongación del primer tiempo. Fue de Mingueza y lo detuvo Sergio Herrera, que después, en la última acción antes del descanso, tuvo que salir del área a toda velocidad para desviar un balón al que corría Swedberg.
Renacer gallego
Despertó el Celta, superior, en el segundo acto. Carreira y Swedberg obligaron a emplearse a fondo al meta de Osasuna, que sacó buenas manos. Pero salió Aspas en el 65' y todo cambió. En solo cuatro minutos dio el pase que acabó en el penalti de Torró sobre Borja Iglesias, una pena máxima que él mismo transformó. El capitán gallego es un jugador decisivo. Después pudo hacer el segundo a pase de Carreira, pero esta vez no acertó. Osasuna, acuciado por la necesidad, apretó en busca del empate, pero apareció Guaita y aguantaron los gallegos. Balaídos es un fortín y Aspas, ya saben, una estrella.
Comentarios