La historia se repite, por enésima vez, para el Betis de Pellegrini. Cuando peor estaban los verdiblancos, asolados por las bajas y en su temporada con menos puntos desde la llegada del chileno al banquillo, la reacción terminó llegando con una victoria de las que pueden cambiar el rumbo. Frente al Mallorca, un rival directo en la lucha por Europa, en Son Moix, ante un público muy encendido por lo vivido en Arabia Saudí, y con un gol en el último suspiro de Bakambu, la crisis bética se borró de un plumazo. Eso sí, los honores de la reivindicación de un equipo que parecía estar dando síntomas de final de ciclo deben ser hoy para Ortiz, Arribas, Jesús Rodríguez y Pablo García. Cuatro chavales que han contagiado a sus compañeros con la ilusión de los recién llegados para reengancharse de nuevo a la lucha por las seis primeras posiciones.
El 0-1 cosechado por los verdiblancos les permite alcanzar los 28 puntos en la tabla, ponerse a dos del Mallorca, que al comienzo de la jornada marcaba la zona que da a las competiciones continentales, y sobre todo recuperar la confianza perdida, a la espera de que los fichajes, con Antony ya en Sevilla, y la recuperación paulatina de los lesionados les permita pelear hasta el final por sus objetivos. Enfrente, un equipo que lo ha perdido todo en lo que va de año, que no levanta cabeza y que, para colmo, hoy tuvo que jugar más de 20 minutos en inferioridad numérica, algo que en la élite casi siempre pasa factura.
Un primer tiempo con poca historia
La compleja dinámica de juego y resultados con la que ambos conjuntos llegaban al partido quedó evidenciada en los primeros 45 minutos. El Betis se presentó en Son Moix con ocho bajas por lesión y una por sanción. Y para colmo, perdió también a Bartra en el calentamiento por unas molestias lumbares que obligaron a Pellegrini a modificar su once sobre la marcha. Así, Ortiz y Arribas, dos canteranos, debutaron en los laterales de un equipo que se centró más en mantener su portería a cero que en buscar la del rival. El Mallorca, por su parte, lo intentó empujado por su público y el talento de su línea de medias puntas, pero su ineficacia realizadora le terminó lastrando.
Viendo el remate de Samu con la zurda tras un centro de Robert Navarro que bajó Larin, desactivado por Adrián en una jugada en la que Darder pidió penalti cuando buscaba el rechace, o la triple ocasión a la media hora tras otra buena internada del futbolista cedido por la Real Sociedad en la que Arribas, por dos veces, y Cardoso lograron bloquear los disparos de Darder, Samu y Dani Rodríguez, se explica mejor por qué los de Arrasate en lo que va de 2025 no han conseguido ver puerta y habían encajado 10 goles, 11 con el de hoy. Aunque más grave era la situación del equipo de Pellegrini, que sólo se asomó una vez arriba con un disparo lejano de Marc Roca.
Hubo más intentos infructuosos del conjunto bermellón antes del intermedio, con Dani, Darder y Mojica como protagonistas, pero este primer acto no dio para mucho más. Si acaso, para comprobar el enfado de la afición local por lo ocurrido hace unos días en la Supercopa de España o para ver cómo el listón de Alberola Rojas cambiaba sobre la marcha: tarjeta amarilla para Abde a la primera e incomprensible perdón para Raíllo y Samu en dos faltas muy duras. Una permisividad que varió tras el paso por los vestuarios con cartulinas para Larin y Mascarell nada más empezar... la última rozando el 'naranja' por un pisotón durísimo a Jesús Rodríguez.
Los canteranos rescatan al Betis
El ímpetu del joven canterano, a quien Pellegrini movió tras el descanso al costado izquierdo, su zona preferida, y el dinamismo que le aportó Altimira, supliendo a Marc Roca, contagiaron a un Betis que cambió la tendencia del partido y empezó a acercarse al área de Greif. Y con Mascarell jugando con fuego en una entrada al bulto sobre la línea de la frontal para evitar que Isco controlara el balón y se girara, Jagoba, que veía el partido desde la grada por sanción, no tardó en reaccionar. Doble cambio, dando entrada a Assano y al gigante Muriqi en busca de un juego más directo ante un rival que se había adueñado del balón.
El Ingeniero respondió con Bakambu y Juanmi por un exhausto Vitor Roque y un desdibujado Abde, a quien la llegada de Antony puede castigar en lo que a minutos se refiere. Y precisamente los dos recién ingresados al terreno de juego fueron quienes generaron la primera gran ocasión del Betis de la segunda mitad. Isco lanzó en carrera al congoleño y a su centro al área no llegó el de Coín por muy poco. Aunque la acción clave llegó a poco más de un cuarto de hora del final cuando Mascarell, que había abusado del juego 'subterráneo' durante toda la tarde, entró con los tacos por delante lesionando a Jesús, que tuvo que salir del campo apoyado en los médicos y llorando. Roja directa de VAR y otro debut más en el Betis, de Pablo García.
El Mallorca, enrabietado, trató de minimizar los efectos de la inferioridad numérica tirando de orgullo. Isco y Greif salieron milagrosamente ilesos de un choque tremendo en el área. Juanmi, a quien el balón se le quedó atrás, no pudo finalizar con éxito una genialidad de Pablo García llegando a la línea de fondo. Y Dani Rodríguez, en uno de los pocos acercamientos de los bermellones al área en el tramo final, pidió penalti por un agarrón de Ortiz que árbitro y VAR desestimaron. Hasta que prácticamente en el último instante del añadido, Isco vio llegar a Ortiz por su carril y el centro del canterano lo remató de cabeza a la red Bakambu para darle al Betis de los niños un triunfo importantísimo para volver a mirar a Europa. Vida extra para Pellegrini.
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