- Estadísticas Así vivimos el Real Madrid-Sevilla
El Real Madrid honró la decisión de Jesús Navas de colgar las botas en el Santiago Bernabéu regalándole un homenaje precioso y un partido estupendo, lo mejor de la temporada. Kylian Mbappé abrió la cuenta dando la razón a Ancelotti, está ya adaptado, en una gran actuación coral, con Lucas Vázquez y Ceballos a gran nivel. El Sevilla se agarró al partido honrando el escudo, como mostró Navas hasta el final, obligando con sus llegadas de última hora a que el Madrid trabajase el partido hasta el final. Ya se echa de menos a Jesús.
Sevilla y Real Madrid comenzaron la tarde mostrando lo que es la grandeza. Primero, los hispalenses hicieron pasillo al reciente campeón de la Intercontinental. Después, los blancos se unieron en un pasillo glorioso para Jesús Navas, que no era titular, y que recibió el cariño del madridismo. "Navas, Navas". Las leyendas no tienen colores para un Santiago Bernabéu que arrancó las lágrimas al de Los Palacios, que se sentó en el banquillo y vio una primera parte estupenda del Real Madrid, decidido a despedirle con todos los honores.
Puede que ayudase el gol tempranero, extraordinario, de Kylian Mbappé, soltando un latigazo lejano a la escuadra. Porque hasta entonces había pasado poco, con Camavinga en el lateral izquierdo, Ceballos en la sala de máquinas y Brahim en la derecha. El caso es que el Madrid funcionó como un reloj en el primer acto. Construyó con paciencia y precisión, de lado a lado, encontrando líneas de pase en casi cualquier situación, y mostró su fortaleza ofensiva con tres tantos en poco más de media hora.
El 2-0 fue puro laboratorio. Por eso lo festejaron tanto en el campo, con Valverde como cañonero, como en la banda, con los diseñadores de la jugada eufóricos. Puede que Álvaro Fernández pudiera hacer más, pero el derechazo cogió curva y le sorprendió. Menos se pudo pedir en el tercero al meta, por el remate cercano de Rodrygo para culminar una jugada magnífica de Brahim y Lucas. El gallego despide el año como indiscutible. Está en todas, arriba y abajo, sobre todo cuando Brahim le cubre las espaldas.
Al Sevilla le atropelló un tren en esa media hora larga, Su última visita a Madrid sufrió el vendaval del Atlético en el tramo final, pero en esta ocasión bastante tuvo con minimizar daños. Con doble pivote, Agoumé y Sambi, y Juanlu en la mediapunta, le costó encontrar a los extremos, Lukebakio e Idumbo.Cuando los encontró lo hizo con peligro. Como en el prólogo del 3-0. Palmeó Courtois. Respondió mejor tras el gol. Ganó Lukebakio el duelo a Camavinga, sirvió Juanlu desde la banda un caramelo e Isaac cabeceó perfecto tras eludir a Thcouaméni con un quiebro. Había partido.
Y más disputa pudo generarse nada más arrancar el segundo tiempo. No se entendieron Courtois y Tchouaméni en la salida, robó Idumbo y dejó el gol a Isaac Romero, que cruzó duro, a media altura. Corrigió Courtois la pifia, aunque la grada detectó las dudas de Tchouaméni. Le ha cogido la matrícula. Tampoco hubo más runrún. Volvió a llegar el Madrid por derecha, controló Brahi, se ofreció Mbappé para tirar una pared de orfebrería y Díaz, poniendo pausa, cruzó a la red.
El 4-1 bajó el pulso de un partido que volvió a acelerarse con la entrada de Jesús Navas, El Bernabéu entero puesto en pie, aplaudiendo al sevillano. Y no defraudó. Corrió hasta el último segundo por su banda derecha y pujso calidad enm cada toque. Dejó un taconazo precioso a Isaac que el punta estrelló en el palo, y empujó a los suyos para no rendirse. Los cambios refrescaron al ataque sevillista y uno de los sustitutos, Peque, metió un pase de lujo a Lukebakio, que sorprendió a Courtois por el ángulo corto. 4-2 para amargar algo a Ancelotti, que canceló los últimos cambios.
Navas siguió intentándolo, pero no hubo más opción. Allí acabó una victoria que coloca al Madrid por encima del Barça, con el Atlético como líder, y cerró una carrera brillante de un futbolista extraordinario. Don Jesús Navas González. Gracias, Leyenda.
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