Mallorca y Sevilla siguen sin llevarse una alegría esta temporada. Segundo empate para ambos, en un día en el que tuvieron opciones de sobra para ganar, pero fallaron en las áreas. Las dudas de ambos siguen presentes en sus nuevos proyectos. Algo falla. En los baleares, el gol. En los andaluces, en vez de estar ahora asustados por su defensa, lo están más por esa falta de puntería que ya evidenciaron en los dos primeros partidos. Un mal inicio no supone que la temporada vaya a ser tan compleja como la de años anteriores en Liga para ambos, pero lo cierto es que con un nuevo entrenador y la idea que lleva aparejada, lo mejor es ganar. Como sea. Y no termina de llegar.
Mallorca y Sevilla movían el árbol de sus alineaciones al tratarse de jornada intersemanal, aparte de ir buscando rendimientos de jugadores recién llegados que deben darle un plus a respectivas plantillas. Arrasate colocaba a Muriqi con Larin en este sistema más abierto, mientras que García Pimienta le daba las llaves del gol a Ejuke e Iheanacho, la dupla nigeriana. El extremo es un buen agitador de partidos, pero también es un recurso más qe válido desde el inicio, pues su forma constante de encarar obliga a las defensas a buscar un dos contra uno y así siempre alguien del Sevilla estaba liberado. En un primer periodo donde los andaluces fueron superiores, sin acreditar esa superioridad en el marcador.
De hecho, la primera intervención de los porteros la tuvo que realizar Nyland. Cabezazo de Muriqi a la salida de un córner. Jugar con Larin al lado le da más libertad al goleador bermellón, aunque el canadiense, en este sistema, debe realizar más metros defensivos y no le permite estar tan fresco en cada ataque. La primera oportunidad visitante fue de un Lukebakio que comprobó pronto que en velocidad lo iba a tener difícil con Mójica, por lo que prefirió meterse para dentro cada vez que podía. Latigazo con la izquierda sin buena colocación. Tendría otra más clara en una contra, pero quiso colocarla con suavidad y le salió al centro de la portería. Saúl y Carmona también probaron a Leo Román con violencia, con buena respuesta del portero, que debutaba en Liga.
El Sevilla había mostrado mejores cartas sin acierto de cara a portería, corrigiendo algo su endeblez defensiva. El Mallorca tampoco sufrió un acoso. No ganaba el centro del campo, por lo que le costaba cargar el área como le gusta a su entrenador. Demasiadas contras sin control. El partido estaba con ritmo y llegadas. Le faltaba el gol. Y a dos equipos que aún no han conseguido su primera victoria en Liga les empieza a pesar la responsabilidad, por pronto que sea en el calendario. La segunda parte comenzaba exactamente igual que la primera, con el Sevilla buscando portería.
Grandes oportunidades
Sow tuvo el 0-1 en sus botas en un remate parecido al que también realizó en el estadio de Gran Canaria en el alargue, que pudo significar la primera victoria sevillista. Pase atrás de Saúl y tiro ajustado al palo del suizo, con toda la portería para él aunque algo penalizado por la presencia de un defensor. Antonio Sánchez ofreció la réplica para el Mallorca con un disparo centrado, que atrapó Nyland. A los locales les costaba un mundo crear una ocasión. Sólo podía llegar un gol de un regalo. Y el recién salido Juanlu tocó sin querer contra su portería para habilitar a Muriqi, quien no superó a Nyland en el mano a mano. La oportunidad más clara de todo el encuentro. En el córner siguiente, nuevamente Muriqi la ganaba por alto para que Samu Costa cabeceara por encima del larguero a un metro de la portería. La había rozado por dos veces el Mallorca en un minuto.
Esta doble opción despertó a Son Moix, con Asano probando fortuna desde la frontal. Había girado el partido justamente con los cambios. También habían entrado en el Sevilla jugadores de refresco en la parcela ofensiva. Isaac Romero probó fortuna desde la corona del área con un disparo que se marchó besando el palo largo. Los dos lo intentaban y aprovechaban el cansancio generalizado del adversario. El Sevilla se quedó con uno menos antes del alargue por decirle "malísimo" Saúl al colegiado. Doménech la tuvo en el último suspiro, pero no pudo conectar un centro raso de Samu Costa. Empate sin goles. No fue por ocasiones. Mallorca y Sevilla no se han llevado ni media alegría a la boca en tres jornadas. Dos proyectos que comienzan de forma poco prometedora.
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