El Betis ha puesto fin a su crisis de resultados, después de seis partidos seguidos sin ganar, imponiéndose por 1-0 al Granada en el Benito Villamarín con un solitario gol de Isco Alarcón. Los de Pellegrini, en un ejercicio de insistencia, lograron derribar el muro plantado por la zaga nazarí para sumar tres puntos importantísimos que, tras la derrota de la Real Sociedad en San Mamés, les sitúan a sólo uno de la sexta plaza y de su objetivo europeo. Una noche en la que los verdiblancos se reconociliaron con su afición ante un rival al que el mercado invernal le ha cambiado la cara.
Los del 'Cacique' Medina terminaron el partido con cinco futbolistas que hace un mes no estaban en el club. Una renovación que, tras lo visto hace unos días frente al Cádiz y esta noche en Heliópolis, tal vez pueda servirles para pelear hasta el final por una permanencia que, no hace mucho, parecía perdida. Alcanza los 31 puntos el Betis y se queda con 11 el Granada después de un duelo vibrante, con un estadio a rebosar, que devuelve la sonrisa a una afición, la verdiblanca, tras unos días convulsos, con derrota liguera para comenzar el año, eliminación copera y marcha de su director deportivo rumbo a Arabia.
Con tres faltas en los dos primeros minutos, el Granada comenzó marcando terreno en el Benito Villamarín. Dificultar la salida de balón del Betis desde su defensa, intentando robar en campo contrario y correr, era el plan del equipo de Medina. Y a punto estuvo de darle resultado casi de inmediato, tras un error en el pase de Marc Roca, un centro al área de Bryan y un despeje calamitoso de Rui Silva, que le regaló el balón a Boyé para marcar. El remate del italo-argentino lo terminó empujando a la red Uzuni, en claro fuera de juego, evitando que el gol subiera al marcador.
Los de Pellegrini, algo aturdidos, se mostraban imprecisos, provocando nervios en la grada. Hasta que Luiz Henrique, de vuelta a la titularidad, dejó su primer detalle: una acción en profundidad por la derecha, llegando al línea de fondo, para buscar a Willian José en el área pequeña. Piatkowski, en su debut, estuvo atento para sacar el remate del brasileño, al que le faltó potencia. Y cuando los verdiblancos parecían entonarse, recibieron un varapalo en forma de lesión. Una entrada durísima del uruguayo Méndez por detrás a Ayoze que acabó con el tinerfeño lesionado. Vio la amarilla, no habría sorprendido si el VAR hubiera decidido entrar.
Assane fue el elegido por el Ingeniero para recomponer su once, ocupando el puesto del 10 por la izquierda. Y precisamente el internacional sub 21 fue quien estuvo a punto de hacer el primero. Jugadón de Luiz Henrique, ahora por la izquierda, asistencia a Diao y su remate, con todo a favor, fue al cuerpo de Batalla. No se había cumplido la media hora y, con otra internada más en el área que no terminó en gol de Isco de milagro, el extremo brasileño del Betis parecía dejarle claro a la Dirección Deportiva verdiblanca que darle salida en el mercado tal vez no sea la mejor idea.
Cambiando de rol y buscando finalizar en vez de asistir, probó suerte en un córner, pero cruzó demasiado su testarazo. Estaba en todas. Y en la segunda jugada, un bosque de piernas logró desviar una volea de Guardado desde la frontal que buscaba la red. El acoso del Betis era total y absoluto, pero como le viene ocurriendo durante toda la temporada, su principal problema era la definición. Tampoco Isco, llegando desde segunda línea, fue capaz de aprovechar el enésimo balón al área del ex de Fluminense. Y aunque los de Medina se asomaron tímidamente con un disparo muy centrado de Bryan, el partido estaba inclinado hacia el área visitante.
Lesión de Ruibal y debut de Pablo Busto
Tras el paso por los vestuarios se repitió la historia. El primer ataque fue para el Granada, finalizado sin precisión por Bryan y después por Boyé en fuera de juego. Y una lesión obligó de nuevo al banquillo bético a reinventar su once. Esta vez, un preocupante problema de rodilla de Ruibal, al que se le quedó enganchada la pierna en una disputa. Verle en el banquillo con hielo en vez de enfilando el camino de los vestuarios tranquilizó en parte. El joven Pablo Busto, debutando en Primera, fue su sustituto, y durante los minutos de ajuste, Ignasi Miquel puso a prueba a Rui Silva a balón parado con un potente testarazo.
Pero los de Pellegrini querían los tres puntos como fuera y, como si de los minutos finales del partido se tratase, se volcaron en ataque. Batalla, a mano cambiada, sacó a córner un zurdazo desde la frontal de Marc Roca a la escuadra. Willian José no supo culminar con la zurda una buena llegada de Abner por la izquierda. Y después de un tímido intento de cabeza de Boyé, que bloqueó Pezzella, llegó el momento de los cambios. Futbolistas de refresco con Fekir, por parte de los verdiblancos, y Arezo y Gumbau, de los rojiblancos, en busca del gol que decantara el partido.
Isco lo intentó con un remate al palo corto tras un balón largo de Marc Roca al que respondió Batalla con una gran mano. Y el de Arroyo de la Miel, por pura insistencia, lo terminó logrando. Córner lanzado en corto por Isco buscando a Fekir, balón de vuelta para el malagueño, pase filtrado al área hacia Marc Roca y la devolución del pivote catalán la culmina el 22 bético con un derechazo que, después de rozar en las botas de Arezo, se cuela en la portería. Un gol buscado y más que merecido que acercaba a los verdiblancos a una ansiada victoria que se le resistía desde principios de diciembre.
Todavía le tocó sufrir al Betis para rescatar los tres puntos. Un pase en profundidad de Bryan al joven Matías Arezo, que viene de marcar mucho en Peñarol, terminó con una fantástica finalización con la puntera del uruguayo para batir por debajo a Rui Silva. Pero los verdiblancos se salvaron de nuevo, por un juega de fuego milimétrico tras el análisis del VAR. No pudo generar más un Granada que lo intentó a balón parado en la última jugada del partido, con su portero buscando el gol del empate, y que sucumbió en el fortín del Villamarín, donde no ha ganado nadie al Betis en LaLiga esta temporada.
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