Fin a la sequía para Osasuna. Ganaron en el último suspiro los navarros con un gol de Raúl García en el minuto 95. Más de mes y medio, mucho tiempo, había pasado desde el último triunfo de los rojillos en LaLiga ante el Granada a finales de octubre. Demasiadas jornadas, seis en concreto, sin sumar los tres puntos de una tacada. Ahora, con la victoria ante el Rayo Vallecano, vuelven a sonreír los de Arrasate, que acaban con esa mala racha. Justo lo contrario que los de Francisco, que perdonaron en el encuentro, tuvieron más y mejores ocasiones, y lo pagaron: ya suman siete partidos sin ganar en el campeonato.
Mumin congeló el tiempo al comienzo. Qué sangre fría para jugarse un regate, un recorte en el área ante el Chimy Ávila que provocó temblores en Francisco. Salió bien, pero igual pudo acabar en desastre.
Se atrevían con todo los centrales vallecanos. Al detalle de clase de Mumin le añadió Lejeune, su pareja en el eje de la zaga, la primera ocasión del encuentro en el minuto 10. Ejecutó, como siempre, con mucha potencia y precisión un lanzamiento de falta lejana. La pelota rozó en la barrera, se desvió ligeramente... pero voló Sergio Herrera para tocar lo justo con la punta de los dedos. Al palo. Estaba enchufado el Rayo, mientras que a Osasuna le costaba algo más llegar a los dominios de Dimitrievski.
El encuentro transcurrió con mucha pelea en el verde. Mucha disputa. Osasuna y Rayo, vigorosos ambos, pugnaron con intensidad cada balón. El árbitro tuvo incluso que poner paz en alguna ocasión. Protestaron, además, los rojillos un posible penalti por una caída de Budimir en una acción con Lejeune, que le puso el brazo. Hubo lucha, pero con limpieza. Sólo una amarilla antes del descanso: la vio el Pacha Espino.
Una clara para el Rayo
Antes del final de la primera parte, Mumin, que estuvo en todas, acarició de nuevo el tanto para el Rayo. Isi sacó una falta desde zona de tres cuartos, no acertó a despejar David García y la pelota le llegó al central del Rayo que se la encontró en el área pequeña y la envió por encima del larguero. Osasuna, que mejoró en la recta final, se fue a los vestuarios con sólo un remate a portería, un disparo lejano de Rubén Peña que atrapó sin problemas Dimitrievski.
Se las tuvieron David García y Pathé Ciss, el Chimy Ávila y Espino... No se concedía ni un centímetro al inicio de la segunda parte. Rubén Peña, de lo mejor de Osasuna, lo intentó de nuevo con una internada en el área por el costado izquierdo. Pero fue el Rayo el que volvió a acariciar el gol. Buena combinación de los de Francisco, que terminó con un pase de Álvaro García y un remate de primeras de Raúl de Tomás, al que respondió con el pie el meta Herrera. Paradón del rojillo.
Lejeune lo volvió a intentar con otra falta lejana y de nuevo metió el miedo en el cuerpo a los rojillos. Esta vez no fue al palo, pero salió rozando el larguero. Qué peligro tiene con esos lanzamientos.
La reacción de Osasuna
Apareció Budimir, con poca presencia hasta entonces, para cabecear un centro de Rubén Peña a las manos de Dimitrievski. Después, David García remató alto un saque de esquina. Y, por último, Iker Muñoz se topó con el larguero en otro córner. Osasuna apretó, empujó, en el último tramo. Y el Rayo, que no fulminó, lo pagó. Paradón de Dimitrievski en el minuto 91 a Moncayola. Salvó el meta y protestaron los de Arrasate un posible penalti, que lo pudo haber, en esa acción. No lo señaló el colegiado. Y llegó la fiesta navarra. Raúl García cabeceó a la red un saque de esquina en el minuto 95. Y después Budimir estuvo a punto de hacer el 2-0. El que perdona...