- Atlético. Simeone: "Siento rabia, injusticia y entiendo a nuestra gente, pero sólo puedo trabajar para que el equipo siga compitiendo"
- Barcelona. Hansi Flick: "Lo sentí por Julián Álvarez"
Según atravesaba la línea de gol el chut de Rüdiger en el último penalti de la tanda fatídica, la grada del Metropolitano comenzó a cantar el himno del Atlético para mostrar lo orgullosa que estaba de su equipo. Los cerca de 70.000 seguidores que habían animado a sus jugadores durante todo el duelo demostraron que estaban con los suyos más allá del resultado. Tanto en las buenas como en las malas, los chicos de Simeone podían contar con una afición que tendrá la oportunidad un día más de levantar a su equipo tras el mazazo europeo. La eliminación en Liga de Campeones y la forma en la que se produjo fue un excesivo mazazo, pero tras todo lo escrito, hablado y lamentado, en este fútbol no hay tiempo para lamentos. Con una competición perdida, una derrota contra el Barcelona significaría casi perder un segundo torneo en la misma semana y por ello, los colchoneros quieren centrar sus esfuerzos.
Y está claro que para ello echan mano de tres factores. El aliento de su afición, la racha conseguida esta temporada en el Metropolitano y la calidad de unos jugadores que ya saben lo que es ganar a su rival durante esta campaña. Respecto al primero, está claro que la plantilla colchonera es más peligrosa con el ánimo de una grada única. Así lo demuestra el hecho de que no se haya perdido un solo partido en LaLiga esta temporada en su estadio. Y finalmente, Simeone podrá contar con los Julián, De Paul, Barrios, Sorloth y compañía. Todos ellos tienen la calidad suficiente para complicar las cosas a un Barcelona que atraviesa un gran momento. Eso sí, los culés no lo tendrán fácil ante un equipo que apunta a no hacer demasiadas rotaciones.
Reforzar el liderato
El Barcelona acude al Metropolitano con la idea de mantener el liderato y dar un golpe encima de la mesa con un triunfo ante uno de sus rivales directos en la lucha por LaLiga. Llega en un buen momento. Después de dos meses nefastos como fueron noviembre y diciembre, el equipo ha experimentado un cambio radical en 2025 con una racha de 16 partidos sin perder y con un poder ofensivo sin igual en Europa.
Sin embargo, se enfrenta al equipo que más daño le ha hecho esta temporada. Los rojiblancos son el único equipo al que los de Flick no han podido doblegar en dos partidos. Primero fue en el último choque del año en el que los rojiblancos se impusieron por un gol de Sorloth sobre la bocina en un choque en el que los de Flick fueron superiores, pero no supieron reflejarlo en el marcador. Fue una derrota muy dura que culminaba un pésima racha en Liga en la que el Barcelona solamente fue capa de sumar cinco puntos en siete partidos.
También fue dolorosa la de Copa del Rey hace apenas tres semanas en la que los azulgranas no supieron mantener una renta de dos goles después de haber remontado un 0-2. El Barça tiene una espina clavada esta temporada con los colchoneros y esta noche quieren sacársela. Llegan con la lección bien aprendida después de esos dos partidos. Sobre todo, a la hora de no conceder goles en los últimos minutos.
Flick tiene a su disposición a todos sus jugadores salvo los lesionados de larga duración, lo cual siempre es una garantía ante el potencial de la plantilla culé. Y, además, llegan con la moral alta después del triunfo convincente del pasado martes frente al Benfica que les ha metido en los cuartos de final de la Champions, algo que contrasta plenamente con su rival que fue eliminado en la tanda de penaltis ante el Real Madrid.
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