El Aston Villa se despidió de la posibilidad de clasificar a la Champions por segundo año consecutivo tras caer 2-0 ante el Manchester United en un partido bastante polémico.
Desde el conjunto 'villano' existe bastante malestar por el gol anulado a Morgan Rogers, el cual habría supuesto la ventaja para los de Birmingham, que de por sí jugaban con 10 hombres tras la expulsión del 'Dibu' Martínez en el primer tiempo. Tras esta acción, Amad Diallo marcó el 1-0 que cambió por completo el rumbo del partido.
En un fallo defensivo de los 'red devils', Rogers había robado el balón al arquero Altay Bayindir cuando estaba por coger el esférico con las manos y terminó definiendo con el arco vacío, sin embargo, el árbitro consideró que hubo falta del atacante y que el guardameta tenía la posesión de la pelota.
Al haber sancionado la infracción antes de que terminara la jugada, el VAR no pudo intervenir para revisar la acción que al final terminó siendo decisiva para que el Villa se quedara fuera de Champions. Esto no gustó para nada a los 'villanos'.
Unai Emery se mostró totalmente indignado con la decisión del árbitro en el banco de suplentes y tras el partido se limito a decir que no deseaba comentar nada. "Hablé con el árbitro. Él Sabe lo que pienso. No quiero comentar nada", dijo el vasco en zona mixta.
El Aston Villa de Emery terminó en la sexta posición de la Premier. Un triunfo, o incluso un empate, les hubiera permitido arrebatarle al Newcastle la quinta plaza y volver a disputar la Champions League.
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