El Oviedo busca ahora el cariño de los suyos... tras perder el derbi

Una derrota en un derbi siempre tiene más connotaciones que la pérdida de tres puntos. El Oviedo cayó ante su eterno rival el pasado sábado y el club quiere que los aficionados ayuden al equipo a restañar las heridas y por ese motivo ha decidido que la vuelta al trabajo sea a puerta abierta para sus seguidores y que así puedan trasladar a los jugadores su apoyo incondicional.

Pese al dolor por caer derrotados en el duelo de rivalidad regional, tras casi cinco años sin perder ante el Sporting, la afición lo encajó con la rabia de sentirse perjudicados por las decisiones arbitrales y porque no fueron capaces de transformar las muchas llegadas que tuvieron al área rival. El nivel futbolístico del equipo no estuvo tan lejos de otras jornadas que terminaron en triunfo y hay confianza en que el tropiezo no pase factura.

Desde la llegada de Luis Carrión, el Oviedo sólo ha perdido tres partidos y no hay motivos para pensar que la dinámica pueda empeorar para los azules en los próximos compromisos, pese a la entidad de los rivales que van a llegar como Burgos, Valladolid o Levante.

Colombatto será baja

Lo que si será un problema es la baja de Santiago Colombatto. El argentino vio la quinta amarilla en el encuentro ante el Sporting y se perderá el choque del sábado. Será su segunda ausencia por castigo ya que debutó en la jornada 4ª de la primera vuelta ante el Levante y fue expulsado, por lo que se perdió el primer derbi de la temporada. Seoane y Cazorla aspiran a ocupar su plaza en la sala de máquinas azul, con Luismi a la espera de ver si está en condiciones de entrar en la lista de convocados, aunque lleva desde el 1 de diciembre alejado del equipo por culpa de una lesión muscular.

La plantilla está citada a las 10.30 horas en El Requexón para iniciar los preparativos del partido del sábado en lo que será el regreso de Jon Pérez Bolo al Tartiere, donde inició la pasada temporada aunque fue destituido al término de la undécima jornada liguera.