El Mirandés despidió el año en puestos de ascenso directo a Primera división y con buen sabor de boca tras vencer de manera contundente al Deportivo de la Coruña a domicilio.
Y tras disfrutar de unos días de vacaciones y regresar al trabajo, continúa preparando su vuelta a la competición liguera donde visitará este sábado a un Huesca que se ha convertido a la conclusión de la primera vuelta en la otra gran revelación de la categoría de Plata junto a la escuadra de Alessio Lisci.
Tras sumar 38 puntos en 21 jornadas, 17 por encima de un Eldense que marca los puestos de descenso, el conjunto mirandesista camina con paso firme buscando sellar su continuidad una campaña más en la categoría de Plata -sería la séptima consecutiva en LaLiga Hypermotion-.
Porque con toda la segunda vuelta aún por disputarse, el cuadro jabato acaricia la salvación tras firmar un primer tramo de competición sobresaliente. Lejos queda el curso pasado cuando se jugó su continuidad en Segunda división en la última jornada frente al Amorebieta.
El Mirandés ha dado motivos para ilusionarse. Y aunque la competición es muy larga y las dinámicas de resultados pueden ser cambiantes, tratarán de seguir en la buena línea con la entrada de 2025. Y para ver hasta dónde puede llegar el equipo de la calle Francisco Cantera y cuál es su techo, será importante que el equipo siga potenciando sus puntos fuertes.
Fortaleza defensiva y rentabilizar los goles
Uno de los pilares sobre los que se ha construido el equipo de Alessio Lisci ha sido su sistema defensivo. Con un Raúl Fernández imperial bajo palos y, por el momento, el cancerbero menos goleado de la categoría con 15 dianas encajadas, el conjunto mirandesista ha encontrado en el guardameta bilbaíno un seguro de vida capaz de resolver situaciones de peligro de los rivales que a la postre acaban valiendo puntos.
También el hecho de jugar con tres centrales y al buen papel de jugadores como Tomeo, Tachi, Juan Gutiérrez, Parada o Hugo Rincón, entre otros, ha permitido ganar en solidez y fortaleza defensiva a un equipo que no siente especialmente incómodo cuando el rival tiene la posesión y en el que todos los jugadores aportan su granito de arena para que a día de hoy el Mirandés sea el equipo menos goleado de la categoría junto al Elche.
Y tan importante es dominar tu propia área como la contraria. Ser eficaz en el área y rentabilizar los goles que marcas. Y el Mirandés ha encontrado un tesoro en Panichelli e Izeta. Entre los dos suman 14 de los 25 goles que ha marcado la escuadra mirandesista en la competición liguera.
El 56% de las dianas que han materializado los pupilos de Lisci han sido obra de los delanteros cedidos por Alavés y Athletic Club, respectivamente. Y bien secundados en la faceta goleadora por jugadores como Joel Roca, Reina, Gorrotxa o Tomeo.
Si el Mirandés es capaz de mantener la regularidad en la faceta defensiva y ofensiva demostrada hasta el momento tendrá mucho ganado para brindar un 2025 igual de ilusionante que cerró el año pasado.
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