Carlos Álvarez es un perfil de jugador en peligro de extinción. De esos que priman el talento a la condición física y de los que siempre se dice que están abocados a terminarse en detrimento de los futbolistas que destacan en características como la potencia, la resistencia o la fuerza. Sin embargo, el 'mago' sevillano está decidido a llevar la contraria a esta corriente de opinión.
Con sus 168 centímetros de altura y una zurda maravillosa, el atacante andaluz de 21 años de edad ha dado un paso adelante esta temporada y está siendo uno de los jugadores diferenciales de LaLiga Hypermotion. El pasado curso fue el de su debut en la categoría y ya fue uno de los mejores jugadores del Levante y uno de los más bonitos de ver en el terreno de juego.
El de Sanlúcar la Mayor se crió futbolisticamente en la cantera del Sevilla, siendo uno de los jugadores más importantes de sus categorías inferiores. Con el conjunto hispalense el mediapunta fue Balón de Oro y Bota de Oro de LaLiga Promises en categoría alevín. También jugó la Youth League y 84 encuentros con el filial en la división de bronce del fútbol español, llegando a ser seleccionado por el combinado nacional en todas las categorías hasta la sub-19. Con este bagaje, el jugador andaluz se ganó la oportunidad en el primer equipo hispalense, donde disputó tres encuentros y anotó un tanto.
El verano de 2023, Carlos Álvarez llegó a Valencia libre de Sevilla en una operación en la que los de Nervión se guardaron hasta un 40 por ciento de una futura venta e incluía variables en función del rendimiento individual y colectivo. Un factor que puede ser muy importante en el futuro teniendo en cuenta la mala situación económica que pasa el club hispalense si se da una venta o, quien sabe, si una posble vuelta al Ramón Sánchez-Pizjjuán.
El sevillano fue durante el curso pasado una de las mejores noticias de un Levante que no cumplió con las expectativas. Al comienzo de la temporada le costó encontrar la regularidad, pero finalmente se hizo un fijo en los esquemas de Felipe Miñambres. Participó en un total de 1.892 minutos, divididos en 29 encuentros en los que anotó tres goles y dos asistencias. No son números espectaculares para un jugador ofensivo, pero en esa campaña ya dejó de la calidad que atesoraba ese pie izquierdo.
Esta temporada, con Calero en el banquillo del Ciutat de Valencia, en sólo cuatro partidos con el técnico de Parla parece haber dado con la clave para que el de Sanlúcar haya dado ese paso adelante que le convierta en uno de los jugadores determinantes de la Segunda División. Con el ex del Cartagena, Carlos está jugando mucho más por dentro, zona donde su visión de juego, regate, calidad en el pase y disparo desde corta y media distancia es mucho más determinante en el juego.
Esta campaña ya lleva un tanto y una asistencia y, aunque no cuente en estas estadísticas, el mediapunta está interviniendo en la gran parte de acciones ofensivas de los granotas y es el jugador por el que pasan todos los balones cuando los de Calero no encuentran la forma de crear peligro al rival. Todo apunta a que esta va a ser la gran campaña de Carlos Álvarez y en Valencia se frotan las manos con la sociedad que puede formar el sevillano con Roger Brugué, que también ha comenzado la temporada en un gran estado de forma, o el 'comandante' Morales.
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