Luis Enrique en el nombre de Xana

"Y las estrellas le llaman Xana... Xana..."

Es imposible ver los últimos minutos del documental de Luis Enrique sin venirse abajo, sin convertirlo en el documental de su hija, sin irar la entereza del padre en el recuerdo, sin identificarse con esa abuela que no se sentía capaz de tener por casa fotos de la nieta, sin emocionarse escuchando la canción dedicada por Joan Dausà, sin llorar viendo los videos de la pequeña... Imposible.

Parece palidecer cualquier referencia al balón ante esa lección de vida y muerte que nos ofrecen los Martínez Cullell. ¿Y qué si eliminas al Barça? ¿Y qué si te elimina el Borussia Dortmund? Pero esa crónica de la primera temporada en el PSG exhibe también a una familia que lo sigue pasando verdaderamente mal cuando Lucho afronta partidos decisivos, lo que vendría a demostrar una vez más, que, si acaso, el fútbol es la más importante de las cosas que no son importantes.

Hay otro momento maravilloso en los tres episodios de la obra (apenas dos horas si se ven del tirón), ése en el que el protagonista insiste en que los jugadores de élite no son personas especiales, sino personas que tienen la suerte de que su habilidad esté muy bien pagada. Luis Enrique vuelve a mostrarse, en fin, como un tipo que vale la pena. Con sus contradicciones, por supuesto, como usted o como yo, pero que vale la pena.

Y respecto a la que pareciera eterna pelea con la prensa, ésa por la que estaría dispuesto a bajarse el sueldo con tal de no lidiar, resulta curioso que un entrenador con el mismo nombre dejara tremenda perla precisamente la tarde del lunes, tarde de estreno: "Parece ser que algunos no entendéis o no entienden lo que es el fútbol y yo traté de explicarlo". Textual. Podemos sospechar la que hubiera caído si eso lo suelta uno, pero resulta que lo soltó otro. Caer en gracia, ya se sabe.

Regresando a Xanita, conviene recordar, por lo demás, que el propósito de la Fundación que lleva su nombre es ayudar a las familias que están sufriendo el impacto de la enfermedad de un hijo o hija, igual que conviene recordar que Luis Enrique donó los beneficios conseguidos a través de su canal de twitch durante el último Mundial a una fundación oncológica infantil.

"Y cuentan que en medio del silencio,

cuando calla el universo,

puedes llegar a escuchar

cómo ríe y se duerme con un cuento,

y la cubre y le da un beso

la estrella polar".

Si pensamos que esto va de fútbol, estaremos dando la razón al título del documental: ni puta idea tenemos.