Fundado en 1942, nadie duda que Botafogo es uno de los clubes más representativos del fútbol brasileño... a pesar de que las vitrinas del Estadio Olímpico Nilton Santos, en honor a una de las leyendas más grandes que han pasado por el club, no digan lo mismo. Pero, esta semana, afrontan dos partidos decisivos que podrían cambiar su historia para siempre. En el horizonte, la posibilidad de dejar encarrilado su segundo Brasileirao... y conquistar su primera Libertadores.
En 2020, el club tocó fondo tras consumar su descenso a Série B. Pero, en tiempos donde está siendo duramente criticado por su gestión al frente del Olympique de Lyon, John Textor acudió al rescate de Botafogo y lo devolvió a la élite del fútbol brasileño una temporada después. Durante este tiempo, ha ido construyendo un equipo tremendamente potente con nombres como Thiago Almada, Luiz Henrique Alex Telles o Igor Jesus. Todo, orquestado por un Artur Jorge que venía de meter al Braga en Champions.
El próximo sábado, Botafogo afronta su primera final de Copa Libertadores ante Atlético Mineiro, que conquistó su único título en 2013 con Ronaldinho como cara más visible. Hasta ahora, 'O Glorioso' sólo podía presumir de alcanzar dos sefiminales que se remontan a 1963 y 1973. Demasiado atrás quedan esos tiempos con Garrincha y Jairzinho como jefes del equipo. "Botafogo está pasando por un momento muy interesante y demostrando mucha calidad. Ahora tiene la oportunidad de competir por ese trofeo que todos los clubes sudamericanos sueñan con ganar", comentó recientemente el propio Jairzinho.
Es imposible que la cabeza de todos los integrantes de Botafogo no estén pensando ya en la final de la Libertadores. Pero, antes, deben afrontar un compromiso que apunta a ser decisivo para dictaminar al próximo campeón del Brasileirao. Será ante Palmeiras, que recientemente les ha arrebatado la primera posición del campeonato tras encadenar tres empates consecutivos ante Cuibá, el propio Atlético Mineiro y Vitória.
Sólo restan tres jornadas y, actualmente, ambos equipos marchan empatados a 70 puntos. Artur Jorge, aun así, está convencido de sus opciones para evitar otro 'back to back' de Palmeiras: "Necesitamos darnos cuenta de que dependemos de nosotros mismos. Lucharemos hasta el final por el título, es la única certeza que tengo. Vamos a São Paulo como si fuera una final".
Por delante, Botafogo tiene una semana clave para reescribir su historia y acabar con una sequía que perdura desde hace 29 años. Cómo se escucha en la canción de 'La Romana', las calles de Río de Janeiro están "botando fuego".
Comentarios