Uruguay se proclamó el domingo de madrugada campeón del mundo juvenil por primera vez en su historia. Salió así campeón 73 años años después del 'Maracanazo' absoluto del Mundial 1950 ante Brasil. "Festeja Uruguay su pentacampeonato", decían los optimistas hoy en esta pequeña República de poco más de 3,4 millones de habitantes. Los uruguayos, siempre con humildad, cuentan, en ese pentacampeonato, los oros olímpicos en Colombes (París) 1924 y Ámsterdam 1928, más los Mundiales de 1930, el primero de la historia, y 1950.
Cuando terminó el domingo ese 1-0 ante Italia, todo el pueblo uruguayo se echó a la calle, cosa que repitió en esta tarde del lunes, cuando los 'gurises' (jóvenes en 'uruguayo') llegaron a Montevideo procedentes de Argentina, sede del Mundial.
Este nuevo 'milagro' uruguayo tiene una difícil explicación poblacional, y sólo se entiende desde la pasión que el charrúa tiene por el fútbol. Los datos son llamativos. Este primer título como campeón del mundo Sub 20 sólo es explicable desde la amplia tradición futbolística del país, pero es difícilmente entendible desde la densidad poblacional de la República Oriental del Uruguay. La población total del país es de 3.426.260 habitantes, de los cuales casi todos respiran fútbol. Dentro de la población masculina, 382.584 se encuentran comprendidos entre los 15 y los 29 años, la edad promedio de los futbolistas profesionales.
Uruguay también es el país con mayor cantidad de jugadores profesionales en el exterior en relación a su población: cuenta con 338 futbolistas en el exterior, pero por cada millón de habitantes hay 112 futbolistas uruguayos que juegan en el extranjero. Para poner este dato en perspectiva, Brasil es el país con más futbolistas jugando en el exterior, con 1.289, pero en relación a la población, solo tiene seis jugadores en el exterior por millón de habitantes.
La mitad de los habitantes uruguayos viven en Montevideo y la otra mitad están dispersos por el resto del país (popularmente conocido como 'el interior'), amén de los muchos uruguayos que residen por el mundo. Esta proporción también se vio reflejada en la selección campeona en Argentina el domingo: 10 de los 21 jugadores que integraban el plantel celeste eran nacidos en el interior y el resto de la capital.
El público uruguayo siempre fue asiduo seguidor de todas las selecciones juveniles. Muestra de ello fue el multitudinario recibimiento a la selección vicecampeona de Malasia en aquel 1997 -final perdida con Argentina-. Anoche, y hoy, se repitió: no hubo quien no saliera a festejar. La 18 de Julio, la principal avenida de Montevideo, se colmó de gente festejando el triunfo de los 'gurises' hasta altas horas de la madrugada, cosa que se ha repetido hoy en una caravana para recibir a los campeones del mundo que culminará en el Estadio Centenario.
Gloria a estos 'gurises': '¡Uruguay noma!'.
