La segunda jornada de trabajo de la selección española en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas tuvo unos invitados inesperados. Hasta 18 jugadoras fueron requeridas por los oficiales de control de dopaje de la UEFA para realizar diferentes test después del entrenamiento matinal que tuvo lugar en el campo principal de Las Rozas. Se trata de una práctica aleatoria y habitual a las que las jugadoras se pueden enfrentar en cualquier momento y que, en este caso, llegó justo después de la sesión preparatoria y antes del almuerzo.
En la temporada 2023/24 se recogieron 3.939 muestras en las competiciones europeas de clubes y selecciones nacionales -contando masculinas y femeninas-, de las cuales 2.142 fueron pruebas en competición y 1.797 fuera de la misma. Los controles antidopaje pueden incluir muestras de sangre y orina, así como la detección de sustancias como la EPO y la hormona de crecimiento humano, según se indica desde el máximo organismo continental, y se almacenan durante diez años por si tuvieran que analizarse a posteriori.
En el plano deportivo, el entrenamiento matinal del martes tuvo a 24 protagonistas sobre el terreno de juego. No estuvo Amaiur Sarriegi, baja por una rotura de fibras -ha sido reemplazada por Cristina Martín-Prieto, que se incorporará por la tarde al grupo-, pero sí Lucía Corrales y Ainhoa Alguacil, concentradas con la Sub'23 y que se pusieron a las órdenes de Montse Tomé por un día.
La selección volverá a los entrenamientos este jueves antes de viajar a Valencia, donde España se medirá este viernes (18:45 horas, La2) a Bélgica en el arranque de la nueva edición de la Nations League.
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