La renovación del Convenio del fútbol femenino va camino de ser más compleja que la firma del primer escrito allá por el mes de febrero de 2020 después de meses de reunión y una huelga de jugadoras. Ayer, al cierre de esta edición, y tras una nueva jornada maratoniana de más de nueve horas de negociación, patronal y sindicatos se dieron la mano pasada la medianoche al fijar el salario mínimo para las tres primeras temporadas en 21.000, 22.500 y 23.500 euros, pudiendo llegar a los 23.000, 25.000 y 28.000 dependiendo de variables. Entre dichas variables están el 20% del excedente de la venta de activos comerciales de la Liga F, el 50% de las acciones de patrocinio en las que intervengan jugadoras y el 100% de un partido entre jugadoras a organizar por ambas partes.
La propuesta del SIMA con la que se cerró la jornada el martes, la de fijar el salario mínimo en 21.000 euros y aumentarlo de manera progresiva hasta los 23.000 euros en dos temporadas, fue rechazado de inicio por el banco social que, tras consultar en la matinal a las jugadoras, resolvió en pedir un esfuerzo económico a la patronal si ésta quería evitar la huelga.
La primera toma de o apenas duró 45 minutos y el primer receso cuatro horas. Después llegó el turno de los mediadores y los tira y afloja en las cifras para intentar cuadrar una cantidad que contentara a las jugadoras y los clubes entendieran que era viable para sus arcas.
El receso a última hora de la tarde, en el que los protagonistas de la negociación llegaron a abandonar la sede del SIMA para tomar aire, parecía dar pie a un inminente acuerdo a la vuelta del mismo. Sin embargo, tras un tiempo en el que los sindicatos terminaron de consultar los últimos flecos a las jugadoras -las futbolistas del Eibar y Granada tuvieron partido de la Copa de la Reina- y una última reunión que se dilató más allá de la medianoche, el acuerdo llegó a las 0:20 fijando el salario mínimo para tres temporadas, teniendo ahora que renegociar las otras partes de un Convenio que seguro que seguirá dando de qué hablar. Se creará a partir de ahora una mesa de negociación para tratar todos estos puntos que quedan pendientes, con especial relevancia a los derechos de formación, las ayudas para la conciliación y las mejoras en el protocolo de acoso.
La nueva temporada de la Liga F se estrenará, por tanto, este viernes a las 21:00 con la disputa del duelo que enfrente a Valencia y Real Madrid en el Antonio Puchades. El sábado se disputarán cuatro encuentros (Eibar-Levante Las Planas; Atlético de Madrid-Athletic Club; Betis-Villarreal; Madrid CFF-Barcelona) y el domingo se cerrará la jornada con otros tres (UDG Tenerife-Sporting de Huelva; Granada-Real Sociedad; Levante-Sevilla).
La Jornada 1, suspendida por la huelga el pasado fin de semana -salvo el partido entre Levante y Real Sociedad que ya se había aplazado al 4 de octubre-, se recuperará precisamente esa primera semana de octubre (jornada intersemanal) después de un acuerdo alcanzado por patronal y sindicatos que han de trasladar ahora al Comité de Competición de la RFEF para que dé su visto bueno. Al no existir precedente de una jornada que no se haya podido suspender de manera completa a causa de la huelga, este acuerdo se ve como el más viable para el funcionamiento correcto de la competición.
