Sandra Paños (Alicante, 1992) tuvo que poner tierra (y un océano) de por medio para poder tomar distancia y salir del bucle negativo en el que había caído. Tras dejar el Barcelona y la selección española puso rumbo a México, donde, en las filas del Club América, está volviendo a mostrar un gran nivel. Antes de empezar el nuevo curso en tierras aztecas, la guardameta alicantina habla con MARCA a corazón abierto.
- ¿Qué tal sus primeros meses en México?
- Iba con unas expectativas moderadas por lo que pudiera encontrarme, pero tanto el país como la competición me han sorprendido para bien. Es un fútbol menos táctico y los partidos son más locos, pero estoy muy contenta y el balance es muy positivo.
- Es su primera experiencia en el extranjero. ¿Necesitaba reencontrarse a sí misma?
- Quería estar tranquila. Los dos últimos años habían sido muy estresantes por diferentes, primero en la selección y luego en el Barcelona. Necesitaba un cambio de aires y sentirme a gusto y en México lo he conseguido. Cuando llegas a un sitio y te sientes tan cómoda como yo me siento es más fácil la adaptación y que vaya todo bien en el campo.
- ¿Se ha vuelto a sentir valorada?
- A ver, venía de un año complicado... Pasé de serlo todo a que no me dieran la posición que creo que merecía como alguien importante de un club. Aquí me he sentido muy querida por Claudia Carrión [directora deportiva], Ángel Villacampa [entrenador], el resto del staff y mis compañeras. Me han transmitido mucha confianza y hasta iración. Alguna me ha dicho: ‘Paños, tú que eres famosa...’. ¿Famosa? ¡Si soy una persona muy normal! Les ha sorprendido lo guasona que soy.
- En su primera temporada en el Club América, terceras en la Liga regular y semifinalistas del Clausura. ¿Cómo lo ve?
- Estoy muy contenta porque no es fácil ir a un país nuevo, a una competición nueva, y tener que adaptarse rápido. Yo vine a México a intentar ayudar al equipo, a aportar lo máximo posible y a conseguir cosas bonitas e importantes para el club.
- Llegar y besar el santo. Firmó la mejor racha de imbatibilidad (602 minutos) de un/a guardameta del América en Liga.
- o me he visto muy bien. Al principio me costó un poco adaptarme a la altura porque las condiciones son diferentes, pero el nivel de los entrenamientos individuales y colectivo, así como la metodología de trabajo, son muy buenos. Es verdad que durante la temporada el rendimiento fluctúa un poco, pero estoy contenta con lo que aporté y con ganas de empezar el siguiente torneo.
- Llegó a portar el brazalete de capitana...
- Eso es cosa de Ángel (Villacampa). Tanto Irene (Guerrero) como yo lo somos. La idea es ayudar al grupo y aportar nuestra experiencia. Aquí soy la mayor del equipo y eso no me había pasado nunca [Risas].
- Tirando de galones, se la ha visto hasta criticando los arbitrajes en redes sociales...
- Me arrepiento un poco de aquello porque conllevó una multa para el club, pero es que hubo muchos errores que nos costaron muchos puntos. Hay cosas en las que se pueden equivocar porque todos somos humanos, pero había cosas que parecían hechas a posta. Aquí suelen decir que ‘al América lo amas o lo odias’. Yo al principio creía que exageraban, pero visto lo visto... Yo no quiero que nos favorezcan, pero que tampoco nos quiten.
- También tiró de las orejas a su afición...
- ¿Sabes qué pasa? Es verdad que en los partidos no hay tantos cánticos como en los partidos en Europa. pero me chocó mucho que a las jugadoras de campo de las grite por su nombre o apellido y cuando una guardameta hace buenas intervenciones se nos diga ¡Por-te-ra! ¿Acaso no tenemos nombre? Lo debí comentar en una entrevista, le llegó a la afición y ahora sí que me llaman Paños.
- ¿Ha encajado bien?
- Pere (Andrea Pereira) ya me había comentado que aquí eran muy extremistas. Si haces un buen partido eres la mejor del mundo y si haces alguna liada te matan a palos. A mí me han recibido con mucho cariño y así lo siento. Creo que he intentado integrarme lo mejor posible y por mi manera de ser hemos conectado bien.
- También con sus compañeras. ¿Qué pasó el día de su 32º cumpleaños?
- [Risas] A mí me gusta llevar algún detalle, también lo hacía en el Barça, y llevé muffins. Sabía que allí suelen gastarse bromas, pero no esperaba que me dieran dos tartazos. La verdad es que me han acogido muy bien, son mi familia mexicana y se gradece estando tan lejos de casa.
- ¿Sigue los partidos de España?
- No, con el cambio horario es difícil porque muchas veces nos pillan entrenando. Algún partido, como el Clásico o los de Champions, sí que intento mirar algo, pero es difícil.
- El Barcelona está otra vez intratable.
- Yo pensaba que este año iba a estar más disputado, que el Real Madrid estaría mejor en los partidos ante el Barcelona, pero cuando vi que Patri (Guijarro) metía en el minuto 5 dije: ‘Buah, lo de siempre’. El Barcelona ha hecho buenos fichajes y tiene joven de un alto nivel competitivo. Hay proyecto para años.
- ¿Y la selección? ¿Es una herida abierta o cerrada para usted?
- Yo no he hablado con nadie de la Federación desde que me mostrara disponible para ir al Mundial. Creo que a nivel de rendimiento lo merecía. Yo estoy dispuesta a volver, nada ha cambiado. Ahora estoy centrada en recuperar mi mejor versión, en verme fuerte. Creo que he hecho un buen primer torneo en México y si recibiera la llamada de la selección haría todo lo posible por ayudar.
- ¿Cree que tiene la cruz hecha?
- No lo sé porque no he hablado con nadie de la Federación, pero no me consta. Fueron dos años muy duros a nivel emocional y personal, pero el tiempo pasa y te das cuenta de que cada vez está más cerca la posibilidad de terminar de competir. Valoro las cosas de manera diferente. Intenté dejar de ser tan sentimental o emocional y ser más profesional.
- Pasó de titular a no contar para nada.
- Creo que existe miedo a que, como he tenido un rol importante dentro de la selección, podría no adaptarme a tener otro más secundario. Sería importante poder hablar, que pudieran saber cómo me encuentro física y emocionalmente y verme en algún entrenamiento o partido. Antes no había comunicación, pero creo que las cosas han cambiado. Muchas de las jugadoras que renunciaron a ir han tenido la oportunidad de volver. Todas intentamos pelear porque hubiera cambios y tuviéramos mejores condiciones. Estoy feliz por ellas.
- Su último capítulo (hasta la fecha) fue la Eurocopa de 2022. Luego llegó la concentración donde explotó todo, Las 15...
- Yo me siento triste por cómo se me trató tras la Eurocopa. Todo el mundo vio cómo me señalaron. Creo que se fue injusta conmigo porque el fútbol trata de que no te marquen y de marcar. En aquella concentración de septiembre lo pasé muy mal. Me rompí el bíceps del estrés y sentí faltas de respeto hacia mi persona. No sé qué hubiera pasado si no llego a mandar ese mail.
- ¿Se ve en la Eurocopa del próximo verano?
- A día de hoy no, evidentemente. Ahora estoy centrada en ayudar a mi equipo a conseguir los objetivos que tenemos marcados, tanto en la Liga MX como en la Concacaf Champions Cup. Si todo va en buena dirección todo es posible. No estoy cerrada a nada. Yo no soy una persona conflictiva, todo lo contrario, siempre miro o velo por lo que mis compañeras necesitan y quieren.
- l caso de Irene Guerrero, su compañera, es similar. A pesar de su buen rendimiento no ha vuelto. ¿Hablan de ello?
- Desde que no estoy en la selección hablo poco de ello y he estado desconectada porque lo he pasado mal. Sé que Irene también lo pasó mal en Manchester y vino a México a recuperar la felicidad. Los Juegos Olímpicos apenas vi nada. Sé que estaba preseleccionada, pero al no ir me centré en entrenar. Mis compañeras eran las que nos informaban de los resultados de España. Si tiene que llegar, llegará.
- Este año se pierde las Navidades en España.
- Otra experiencia. México tiene una cultura diferente y muy bonita e intento conocerla y disfrutarla lo máximo posible.
Comentarios