- Directo MARCA Así vivimos el España-Alemania
Desde el himno, emocionado y concentrado a partes iguales, se intuía que no era un partido más para Toni Kroos. Podía ser el último. Y ante España. Así lo fue.
Menos de un segundo tardó en tocar el primer balón. Recibió de Havertz nada más sacar de centro. Buscaban sorprender de inicio como ante Francia -Wirtz marcó a los siete segundos el día del regreso de Kroos a la selección-, pero, esta vez, la jugada ensayada no salió.
Por increíble que parezca, en el arranque del partido, el ya exmadridista fue más protagonista sin balón. En el primer minuto no llegó a taponar un tiro de Pedri que atrapó Neuer.
Acto seguido, cometió dos faltas consecutivas (4' y 6') sobre el propio Pedri, que se retiró lesionado. Podía haber visto amarilla en cualquiera de los dos. No lo entendió así Anthony Taylor.
Le costó entrar en juego ante la presión adelantada de España. Kroos, habituado a 'refugiarse' como central izquierdo para dar salida a Alemania, ocupaba, en esta ocasión un rol más centrado, casi como líbero. Sin embargo, no le resultaba fácil entrar en juego, 'encerrado', en ocasiones, por hasta cinco españoles para limitar sus entregas y recepciones: Morata, Olmo, Nico Williams, Yamal y Fabián.
Hasta pasado el primer cuarto de hora no terminó de animarse. Optó por pases de seguridad. En el 18', en cambio, sacó a relucir su clase con un pase con el exterior y, un minuto después, protagonizó su primer cambio de juego izquierda-derecha buscando a Kimmich. No valía. Había fuera de juego.
A los 25 minutos, en una falta lateral, pudo sacar a relucir el guante que tiene en la diestra mientras el MPHArena le homenajeaba al grito de ¡¡¡Toooooni, Toooooni...!!! Remató Tah y atrapó Unai Simón sin problemas.
Al borde del descanso, cometió otra falta táctica, en el 41', sobre Dani Olmo, pero tampoco tuvo consecuencias en forma de amonestación. Ya en la segunda mitad, cambió de 'pareja de baile'. Emre Can (desastroso) dejó su lugar a Andrich.
De pronto, en el 51', con el 1-0 de Dani Olmo, cambió el decorado. Alemania se vio obligada a arriesgar más y Kroos ganó altura sobre el 'verde'. En el 58', tras un extraordinario pase en largo buscando a Wirtz, el '8' encadenó un par de saques de esquina. En el segundo, encontró a Füllkrug, pero su remate salió desviado.
En el 67', por fin, llegó la primera amarilla a Kroos. Merecida. Peinó hacia atrás Morata y el alemán se vio obligado a agarrar a Dani Olmo, que se preparaba para enfilar el área de Neuer.
Siguió intentándolo a balón parado en el 85'. Volvían los gritos de ¡¡¡Toooooni, Toooooni...!!! Kroos colgó el balón al segundo palo y Havertz cabeceó a bocajarro obligando a reaccionar a Unai Simón. Otra vez no valía. Había falta previa de Havertz.
Parecía que se acercaba su adiós... pero sólo fue un espejismo. El 1-1 de Wirtz en el 89', en el enésimo balón colgado al área, le dio, como tantas veces en el Real Madrid, otra vida extra. Prórroga.
En el tiempo extra, la 'Mannschaft' recuperó una versión más conservadora, más reactiva. Kroos, en modo pivote posicional, se erigió en jefe de operaciones reclamando paciencia y calma a sus compañeros, pero sobre todo, acierto en el pase. Buscaba bajar pulsaciones. No quería ni un fallo.
El partido se empezaba a hacer largo. Para Toni (34 años), también. En la segunda mitad del tiempo extra aprovechó una tregua para estirar. Poco después, en el 113', se echó al suelo. El balón, sin embargo, seguía en juego y Oyarzabal acabó conectando un tiro que salió fuera por poco. Fue sólo un susto. Tras ser atendido por los médicos, continuó jugando.
El 2-1 de España en el minuto 119 cayó como un jarro de agua fría. Kroos trataba de animar a sus compañeros y se convirtió, nuevamente, en último hombre. Se repitió la misma escena del comienzo del partido, con Toni de líbero bombeando balones al área desde el mismísimo saque de centro. La última llegó con el tiempo cumplido. Falta lateral desde la izquierda con toda Alemania, Neuer incluido, volcada sobre el área de España. Final. 'Auf Wiedersehen'. Se va un grande. ¡Hasta siempre, Toni Kroos, fussballgott (Dios del fútbol)!
En su adiós, con el partido ya terminado, fue un señor, como a lo largo de toda su carrera. Nada más acabar, cabizbajo, se dirigió al centro del campo, fue a dar la mano al árbitro (Anthony Taylor) y se dirigió, de inmediato, a dar la enhorabuena a los jugadores de España. Luego le tocó 'tragar saliva'. Se atusó el tupé y con los ojos vidriosos comenzó a aplaudir al público, que le despedía emocionado desde la grada.
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