Rumanía hizo historia en Fráncfurt. Por segunda vez, superó la fase de grupos de una Eurocopa y el martes jugará en Múnich ante Países Bajos para igualar a la mítica selección de Gica Hagi, Popescu, Adrian Ilie, Mutu o Cristian Chivu, que en la edición del 2000 alcanzó los cuartos. En ese equipo estaban Dan Petrescu y Cosmin Contra, dos míticos del carril derecho. Ahora, en la posición, está brillando Andrei Ratiu.
El futbolista del Rayo fue el mejor ante Eslovaquia y dejó imágenes muy potentes en la celebración. Sucedió lo mismo ante Ucrania, en el estreno: pelo azul tintado, pura pasión y fútbol a toda velocidad. Andrei causó sensación y se ganó el apodo de Sonic -el erizo-, personaje de videojuegos que destaca por su rapidez y color. Virales al margen, la realidad es que Ratiu no ha pasado inadvertido, sobre todo, por su rendimiento.
Ratiu cerró la fase de grupos a tope. En la derrota ante Bélgica, también se mantuvo entero. Desde el flanco derecho de la retaguardia, ante los eslovacos, sumó dos disparos, un regate, cuatro intercepciones, siete despejes, un duelo aéreo ganado, dos tackles y sólo falló tres pases de catorce para un total de 59 intervenciones. Actuación completa desde los números y las sensaciones para asentarse como uno de los mejores laterales derechos de la Eurocopa, junto a Carvajal, el austriaco Stefan Posch o Kimmich. Es el número uno en intercepciones (seis), igualado con el eslovaco Peter Pekarik y el esloveno Zan Karnicnik. En despejes, sólo le supera Jules Koundé. En fase defensiva, Andrei está demostrando su resistencia y su capacidad para medir. En ataque, lo mismo: buena nota. Conduce, va y viene, llega. Físicamente es un superdotado, no por casualidad ha rozado los 35 km/h de velocidad punta.
Madurez y mentalidad competitiva
"A la afición le digo que vamos a luchar lo más fuerte que podamos para que esto sea sólo el principio. Esta clasificación es una alegría para todos". Andrei se siente respetado y tiene comportamiento de líder. Con 26 años, Ratiu ya sabe lo que es pelear en el fútbol. Su historia es conocida. Original de Aiud (Transilvania), se crió en un pequeño pueblo de Teruel, donde sus padres llegaron en busca de trabajo. Con trece años fue captado por el Villarreal, desde donde ha ido avanzando, con etapas en el ADO de La Haya o la SD Huesca, donde empezó a asentarse en la selección. Al Rayo llegó hace un año como uno de los mejores proyectos de lateral derecho en el circuito de LaLiga. Ni Francisco ni Iñigo Pérez le han dado contexto, pero la confianza de Edward Iordanescu le está haciendo volar. Ratiu llegó a la Eurocopa mentalizado y totalmente enfocado. Pare empezar, se merendó a Mykhaylo Mudryk, cohete del Chelsea. Esta misma temporada, ya lo hizo con Vinícius, ganándole aquella carrera a campo abierto en el Bernabéu.
ADN Premier League y atractivo en el mercado
Rumanía ha pasado como primera de grupo, -por delante de Bélgica-y ha interpretado el papel que se esperaba de Ucrania. Sus futbolistas han multiplicado su atractivo y las informaciones hablan de equipos Premier para Andrei, como Brighton y Brentford. Es un ecosistema en el que encaja por cualidades. Lo mismo que en la Serie A italiana, donde se espera un baile importante en el lateral derecho de una mayoría de equipos, entre ellos la Atalanta. Ratiu está jugando su primera gran competición con Rumanía, aunque ya estuvo en los Juegos Olímpicos de Tokio. El Rayo espera sacar cerca de diez millones por el fútbolista por el que pagó 500.000 euros. La mitad del dinero sería para el Villarreal, pero multiplicar por diez la inversión en un año sería un negocio redondo.
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