- Amaia Gorostiza. "Nuestro foco sigue estando en el ascenso"
Joseba Etxeberria, nuevo entrenador del Eibar, no cortará por lo sano respecto a lo que Garitano ofrecía en el conjunto armero. De hecho, el nuevo míster del conjunto de Ipurua tiene la intención de dar continuidad al estilo pero con ciertos matices, metiendo a sus jugadores una impronta personal. Así es tácticamente Etxeberria, el nuevo inquilino del banquillo del Eibar:
Propuesta atractiva y ofensiva:
Los equipos de Etxeberria siempre se han caracterizado por ser protagonistas, llevar la iniciativa y tratar de jugar el mayor tiempo posible en campo contrario. Lo que ha sido el Eibar con Garitano en los dos últimos años con algunos matices tácticos, fruto de las características de las plantillas y los gustos de cada entrenador.
Bilbao Athletic, Tenerife y Mirandés han tenido señas de identidad claras en el juego, han sido equipos muy reconocibles, con la presión alta como aspecto innegociable, el juego asociativo como principal instrumento a la hora de atacar y en el que los centrocampistas con buen pie, los extremos dinámicos y los laterales verticales siempre han tenido un papel principal
El esquema, un 4-2-3-1 como punto de partida:
Es el sistema que más ha utilizado Etxeberria en su carrera, a excepción de este curso en Miranda, donde la mala dinámica del equipo le obligó a buscar alternativas y dio con la tecla con la defensa formada por tres centrales.
Le gustan los laterales con recorrido y de carácter ofensivo, los centrales con buena salida de atrás pero que también estén capacitados para defender con bastantes espacios a sus espaldas. Al menos uno de los dos centrocampistas tiene que tener un buen manejo del balón, apuesta por los extremos puros con capacidad para pisar área y le gusta tener un delantero referencia, aunque también ha demostrado ser flexible y adaptarse a las características de la plantilla.
Salir desde atrás con tres futbolistas:
Una de las cosas que tiene en común con Garitano es la importancia que le da a la salida lavolpiana.
Casi siempre apuesta por jugar con tres futbolistas en el inicio de la jugada. O el centrocampista defensivo o alguno de los laterales se colocan junto a los dos centrales en el inicio del juego para generar superioridad numérica. En función de quién sea el tercer central habrá diferentes movimientos en la estructura del equipo.
Si es el centrocampista el que retrasa su posición, los laterales ganan altura hasta ser prácticamente carrileros y los extremos ocupan posiciones más interiores. Si es un lateral el encargado de participar en la salida desde atrás, entonces el extremo retrasa unos metros su posición para ofrecer siempre una línea de pase. No es partidario de que el mediapunta baje demasiado a recibir y muchas veces lo coloca más como un segundo delantero.
La presión alta por bandera:
No es Etxebe un técnico que incida demasiado en los repliegues ni en defender con el equipo hundido. Todo lo contrario. Le gusta ir a campo contrario a buscar al rival y a tratar de robar el balón lo más cerca posible de la portería contraria.
Lo suele hacer con un 4-4-2, con el mediapunta muy cerca del delantero para someter a los centrales rivales, los extremos pendientes de los laterales y uno de los centrocampistas siempre muy atento por si tiene que saltar a la presión.
Para eso es fundamental que la defensa también esté en una posición adelantada, ya que de lo contrario habría muchos espacios entre líneas y el equipo estará demasiado largo. Cuando el rival sale con tres centrales, entonces son los extremos más agresivos a la hora de presionar y el mediapunta se coloca más cerca de los dos centrocampistas.
Asociaciones y llegadas por banda:
El juego exterior siempre ha sido una seña de identidad del Eibar y lo seguirá siendo con Etxebe. Le gustan los extremos desequilibrantes, que pidan el balón y traten de encarar siempre que pueden, aunque los laterales también son importantes en ese aspecto y muchas veces apuesta por dejarles todo el carril a ellos, lo que ayuda a que los extremos pisen zonas más centrales y estén más cerca del área rival.
Para eso es fundamental que los laterales tengan profundidad y un buen manejo del balón. No obstante, el juego interior también es otro aspecto clave a la hora de atacar en estático.
Es clave generar superioridades por dentro y ahí entran en juego los tres centrocampistas, acompañados de algún extremo que deje la banda y actúe en posiciones más centradas.