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Leo Messi tumbaba defensas con la misma facilidad con la que un leñador canadiense derriba pinos. Tanta superioridad tenía en el dribbling que los rivales le cogieron miedo. Reculaban, se amurallaban, rezaban. Y Messi se dedicó a bailar por las frontales acomodando la bola a su pie zurdo para, en el momento justo, buscar el palo de la portería. A Lamine Yamal ya le tienen el mismo miedo y empieza a despertar una iración parecida.
Haaland estaba viendo el partido y se tuvo que rendir al chaval. Hay jugadores que ha confesado que ficharon por el Barça para poder jugar con Messi. ¿Habrá jugadores en Europa pensando que igual les apetece divertirse con Lamine los próximos años?
Como para no estar crecido
A Lamine le dicen que está crecido. Nos ha fastidiado. Con 17 años ha ganado una Eurocopa, está guiando al Barça al triplete y es el candidato número 1 a llevarse el Balón de Oro. Poco crecido está. Con 0-2 y los fantasmas de las peores noches europeas rondando Montjuïc se echó el equipo a la espalda, hizo un golazo y estuvo a punto de marcar otro de esos que hubiera sido top 5 al final de su carrera.
Raphinha se lo quiere pelear a Lamine
El zapatazo de Raphinha en el 3-3 no le va a contar ni como gol ni como asistencia. Y luego un pase chusco sí suma para que en los análisis la gente pueda escribir G+A. Como para fiarse a veces de las estadísticas. Además del zurriagazo, regaló el 2-2 a Ferran con una dejadita perfecta. Raphinha tiene todo el derecho del mundo a asomar la cabeza cuando en Can Barça suenen las palabras: "Balón de Oro".
¿Por quién hará campaña el Barça?
Más allá de fobias, es innegable que a Vinicius el año pasado se le escapó el Balón de Oro porque sus compañeros del Real Madrid le quitaron votos. El brasileño, Bellingham y Carvajal fueron segundo, tercero y cuarto y el que se llevó el galardón a casa fue Rodri. Al Barça, que también tiene varios jugadores que pueden señalarse a sí mismos como candidatos, le toca hacer campaña por uno de ellos para que el voto no se disperse.
Dumfries es un pepino
A Irati Prat le hacemos poco caso. El que se merece, seguramente. Pero lleva tiempo dando la turra con el Inter para la Champions y en Montjuïc los de Inzaghi demostraron que tienen argumentos para creer. Sobre todo uno, Dumfries, la evidencia científica que desde los laterales también se puede desequilibrar un partido. En el Madrid lo sabían, pero con el abandono actual parece que lo han olvidado.
Flick no se fio de Gerard Martín
Le dio la titularidad en una semifinal de Champions, sí. Pero después de ver a Dumfries entrar por la banda como si fuera su casa prefirió meter edad en el campo. Araújo al césped e Iñigo al lateral. Como en la final de Copa.
Doña Champions
Nos quitaron las 20.45, nos quitaron la fase de grupos y nos han colado hasta un cambio en un par de notas del himno. Pero la Champions... La Champions es la leche. Y en primavera más.
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