01.00 de la mañana. Los últimos pasajeros del metro circulan por la Puerta del Sol sin saber que a escasos metros estaba el hotel de los triunfadores de anoche, el Arsenal, que pasó la noche postpartido en su guarida en el lujoso Four Seasons en la Plaza de Canalejas de Madrid.
Apenas algunos aficionados se agolpan en la salida del hotel. Y no eran ingleses. "Nuestros fans no suelen venir donde están los jugadores. Respetan mucho esa intimidad", nos dice un empleado del Arsenal, ya dentro del local.
En efecto. Los jugadores no se dejaron ver por el hall y se postraron en la planta reservada para el equipo en este hotel donde la noche no baja de los 1000 euros. Había euforia comedida entre la expedición 'gunner'. "Es increíble que le hayamos metido 5-1 al Madrid, pero nosotros queremos la Champions", nos dicen desde dentro del club, que apenas alcanzó anoche a su tercera semifinal en su historia en la Champions.
Los jefes del equipo sí volaron ya anoche a Londres, comandados por Josh Kroenke, hijo de Stan, dueño estadounidense del club. La sinergia entre los Kroenke y Mikel es total, una de las claves del crecimiento de este proyecto.
El Arsenal parte en la mañana de este jueves hasta Londres. Tiene partido de Premier este fin de semana (Ipswich) y la próxima semana (miércoles ante Palace). Luego tendrá casi una semana para afrontar la primera semifinal ante el PSG (martes). Será otro paso en el proceso de un Mikel Arteta que ayer fue el rey del Bernabéu... pero que no quiere parar ahí.
Del hotel nos fuimos pasadas la 01.30 de la madrugada. El Arsenal se sintió el rey por un día, pero con mucho que conquistar aún.
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