Mikel Arteta tiene mañana el desafío más grande desde que asumió el banquillo del Arsenal hace cinco años (enero de 2020). Su misión es igualar unas semifinales de Champions que el club no alcanza desde la 08-09, justo tres años después de llegar a la única final (perdida ante el Barça) en la historia del club en UCL.
Arsène Wenger, leyenda ‘gunner’, estuvo 22 años en el club (96-18). Aún es difícil compararles, pues son tiempos distintos, pero lo que parece evidente es que los fans ya lo hacen: “Arteta comprende profundamente los valores del club y, mientras cuente con el apoyo de los dueños, no hay razón para que no pueda ser el próximo Wenger en cuanto a longevidad y, quizá, en cuanto a éxitos”, nos dice Harry Symeou, un habitual en el Emirates como periodista de la BBC.
Más autorizada aún es la voz de Nacho Monreal, compañero de Arteta en el Arsenal (13-16) y que expone su opinión en MARCA: "No es fácil llegar a ser un Wenger, pero sí creo que él puede conseguirlo. Conoce bien el club y está demostrando ser un gran entrenador. Ha devuelto la ilusión y sólo le falta ganar algún título grande".
Ha devuelto la ilusión y sólo le falta ganar un título grande
El proceso de Mikel ha sido lento. Tras hacer un magisterio con Guardiola durante tres años y medio, Emery fue despedido del Arsenal y los dueños ‘gunners’ apostaron por un ídolo local, Mikel, que ya había sido capitán en el césped. El vasco tuvo que cambiar muchas cosas del ‘Wengerismo’, que hizo tanto bien al Arsenal como mal en sus últimos años. Muchas estructuras ya viciadas, muchos errores repetidos, muchas cosas por cambiar...
En éxitos, Wenger logró tres Premiers y siete FA Cups, como títulos mayores nacionales, y ninguno internacional. Mikel, en estas cinco temporadas y media, conquistó una FA Cup (2020) y dos Community Shields (20 y 23). Son otros tiempos. Ahora hay mucha inversión de los Kroenke, los dueños ‘gunners’, en años de dominio del City y del ‘Pool’ —si se confirma este año, el Arsenal de Arteta va a ser segundo en las últimas tres Premiers—.
En estadísticas puras de partidos, Wenger dirigió, en todas las competiciones, 1235 partidos oficiales, con un 57,98% de triunfos (716-266-253). Pues bien, Arteta le mejora por poco en triunfos: un 58,7%, repartidos en 281 partidos: 165-53-63.
En fin, Mikel tenía que cambiar la mentalidad del club, que se había acostumbrado a no pelear ni por la Premier (10 títulos del United en tiempos de Wenger) ni por Europa (08-09 fue la última vez en semis). Arteta alcanzó a dirigir su primera Champions el año pasado, llegando a cuartos.
Era un trabajo arduo y de eliminar muchas cosas y dejar otras. Arteta hasta plantó un árbol frente a su despacho para representar que el equipo hay que regarlo todos los días con trabajo para crear sinergias. Es difícil compararles... pero también es inevitable la comparación.
“La mayor diferencia entre Mikel y Arsène es el mayor énfasis de Arteta en la defensa. El fútbol ha evolucionado desde Wenger, y Arteta atiende a las dos áreas por igual, lo que le convierte en el entrenador perfecto para esta era moderna del fútbol. Mikel, además, ha logrado conectar con la afición de una forma que Wenger no pudo lograr al final de su etapa, y la fuerza de su conexión convierte al Emirates Stadium en una fortaleza, como se vio ante el Madrid”, nos refuerza el citado Symeou.
Y eso, una buena defensa, será lo que necesite Arteta mañana. Los fans ‘gunners’ confían en su nuevo ‘gurú’... y el Bernabéu dicta sentencia. l
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