El fútbol de ataque será el rasgo dominante del Castellón en su regreso a Segunda división. Bajo el mando de Dick Schreuder (Barneveld, Países Bajos, 1971), el equipo albinegro mantendrá la fórmula que le llevó al éxito del ascenso la pasada temporada, con una propuesta de fútbol ofensivo que ya es una marca de club en el conjunto castellonense y que permitió a los de la Plana ganar su grupo de Primera RFEF a tres jornadas del final.
Schreuder, hermano de Alfred, que fuera entrenador del Ajax y ayudante de Roland Koeman en el Barcelona, ha transformado la mentalidad del Castellón desde que se hizo con los mandos del equipo, hace un año. El neerlandés, apuesta personal del presidente y máximo accionista del club, Haralabos Voulgaris -firmó al técnico por cuatro temporadas-, convenció rápidamente a la plantilla de su método y los resultados disiparon cualquier duda, con 26 victorias en 38 partidos de Liga y un registro realizador muy superior al resto, con 74 goles a favor.
No vamos a cambiar nuestra forma de jugar, eso está fuera de toda discusión, seguiremos haciendo lo mismo y si el rival es mejor, lo aceptaremos
El sistema habitual de juego de Schreuder consiste en una defensa de tres centrales y dos carrileros, con un pivote por delante, tres medios y un delantero. Sus jugadores suelen cambiar continuamente de posición y todos son muy activos en funciones ofensivas, incluidos los defensas, de modo que el equipo suele acumular mucha gente arriba.
Una propuesta arriesgada pero eficiente
Una de las características del Castellón bajo el mando del neerlandés ha sido su presión alta y las recuperaciones que ha hecho tras pérdida. La pasada temporada fue el equipo de su Liga que más rápido recuperó la pelota, con una recuperación en menos de cinco segundos por cada cinco pérdidas. Además, fue el que más ocasiones creó, el que más acierto tuvo en pases en el último tercio y el que más distancias recorrió.
La propuesta de juego implantada por el técnico albinegro también ha tenido su lado negativo, ya que ha permitido contras peligrosas en las que sus rivales quedaban en situación de superioridad. Ahí es donde brilló la figura del guardameta, Gonzalo Crettaz, que salvó muchos uno contra uno, siendo una figura clave en el ascenso de los albinegros.
El Castellón afronta ahora un reto mayor en su vuelta a la División de Plata, pero Schreuder tiene claro que la fórmula será la misma en su objetivo de consolidar al equipo en la categoría y que no la cambiará: "No vamos a cambiar nuestra forma de jugar. Eso está fuera de toda discusión. Seguiremos haciendo lo mismo y si el rival es mejor, lo aceptaremos. Sé que si perdemos dos o tres partidos habrá gente que pedirá que cambiemos nuestro estilo, pero eso no lo voy a hacer".
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