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Si el golazo de Lo Celso con el que el Betis arrancó su remontada en el RCDE Stadium ante el Espanyol era ya digno de ver repetido una y otra vez, con una arrancada estratosférica sorteando rivales para definir con el exterior de su bota izquierda, el que hizo Antony en el tiempo añadido para darle a los verdiblancos un triunfo vital que sella su quinta clasificación europea consecutiva y les permite mantenerse en la lucha por los puestos de Champions es de los que dan la vuelta al mundo.
El brasileño, defenestrado en el Manchester United, ha encontrado su sitio como verdiblanco. Desde que aterrizó, a principios de febrero, ha participado ha en once acciones de gol entre tantos (siete) y asistencias (cuatro). Antonio de Triana, el mote con el que le han bautizado cariñosamente sus compañeros, está siendo el factor diferencial de un equipo que no para de crecer, y las reacciones a su golazo de esta noche en Barcelona lo dejan absolutamente claro.
Manos a la cabeza de jugadores como Isco, Abde o Bakambu, asombro de Lo Celso o Bellerín, incredulidad de los que estaban más alejados de la jugada, euforia del banquillo, que corrió desatado a abrazar al brasileño... La obra maestra de Antony, quitándole las telarañas a la escuadra de Joan García, que parecía la única manera de superar al inspiradísimo portero del Espanyol, queda desde ya como uno de los mejores goles de la temporada y del Betis en LaLiga.
Un zurdazo antológico apenas tres días después de ponerla en la escuadra con la otra pierna, la derecha, en la ida de las semifinales de la ConferenceLeague ante la Fiorentina. El brasileño le ha cambiado por completo la cara a un equipo que sólo ha perdido uno de sus 15 últimos partidos entre todas las competiciones y que está terminando la temporada a un nivel altísimo. Joaquín bromeaba hace unos días con poner su coche si hacía falta secuestrarle para que se quede. No es para menos... Este sí es el Antony de los 100 millones.
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