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Como bien recuerda el refranero español, a perro flaco, todo son pulgas. Y en el Betis, a las derrotas en Valladolid en LaLiga, en Montjuïc en la Copa y el pasado sábado, en casa, frente al Alavés, se suman las consecuencias de un partido incomprensible en el que el estado de ansiedad por el que atraviesa el equipo de Pellegrini se adueñó de todo. Unos efectos secundarios en forma de sanción y, sobre todo, de lesiones, que pueden lastrar sus próximas citas.
Romain Perraud, que era el único jugador de la plantilla apercibido por acumulación de tarjetas, vio la roja directa por golpear a Carlos Vicente en una contra de los vitorianos, evitando una clara ocasión de gol. Recibirá, como mínimo, una suspensión de un partido por parte del Comité de Disciplina de la RFEF, que le impedirá estar el próximo sábado en la visita de los verdiblancos al Mallorca. Y para colmo, seguirá a una amarilla de ser de nuevo sancionado.
Aunque los problemas más graves para el Ingeniero tienen que ver con las lesiones. William Carvalho, Bellerín, Chimy Ávila, Lo Celso y Ruibal no estuvieron ya disponibles ante los de Coudet. Parece complicado que alguno de ellos pueda estar de vuelta para la cita liguera del fin de semana. Y a ellos se sumarán varios futbolistas más en la enfermería, que tuvieron que ser sustituidos durante el duelo frente al conjunto babazorro por diversos problemas físicos.
Tres posibles bajas más por lesión
Ricardo Rodríguez, a quien el Betis estaba moviendo en el mercado en busca de una salida en enero, se retiró con una molestia en el muslo en la primera parte. Y Sabaly, que no dio síntomas aparentes sobre el césped, no salió a jugar tras el descanso. En ambos casos, Pellegrini dijo tras el partido que tendrían para varias semanas, por lo que el cuerpo técnico se queda sin laterales. Para colmo, tampoco puede contar con los titulares del filial, Pablo Busto y Lucas Alcázar, también fuera de combate, ni con Mendy, sancionado por su roja directa del viernes frente al Castilla. El joven Ortiz podría ser una alternativa por la derecha; desplazar a Natan al carril, la otra por la izquierda.
Además, en el tramo final del partido, Pablo Fornals, que había ofrecido un muy buen nivel como acompañante creativo de Johnny Cardoso en el doble pivote, pareció resentirse del problema que le había tenido fuera desde noviembre y del que recayó tras una breve reaparición en el último partido del año frente al Rayo. Todos ellos se someterán a pruebas médicas para conocer el alcance de sus respectivas lesiones y saber cuándo podrán estar de vuelta.
Esperando a Antony y uno o dos fichajes más
Con este panorama, Pellegrini tendrá que improvisar un once en los próximos compromisos de su equipo. A la espera, eso sí, de la llegada de refuerzos. El Betis confía en que el primero de ellos sea Antony, por quien ha negociado intensamente estos días. Se esperaba que ayer, tras el partido del Manchester United en el que tuvo una presencia testimonial, diera el visto bueno definitivo a su cesión al Benito Villamarín. A falta de completar los últimos flecos, los verdiblancos quieren dejar zanjado hoy el asunto, conscientes de que la competencia por el jugador ha seguido apretando estos días con ofertas mejores en lo económico.
A partir de ahí, no se descarta la llegada de un delantero que compita con Vitor Roque, a la vista de que Bakambu no está rindiendo como se esperaba y se le busca salida. Mientras que la necesidad de laterales se hace cada vez más evidente, sobre todo por el costado izquierdo, en un mercado complejo, con un condicionante económico importante para evitar un exceso de gasto que ponga en peligro el cierre de cuentas del ejercicio... y donde hacen falta salidas para firmar.
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