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Son varios los jugadores de la plantilla del Betis con pasado en el Barcelona. Algunos estarán esta noche sobre el césped o en el banquillo de Montjuïc, como Bartra, Altimira o Abde. A otro de ellos, Bellerín, le tocará seguir lo que ocurra desde la distancia por una fastidiosa lesión en un pie. Aunque las miradas en el duelo copero de octavos de final entre los equipos de Flick y Pellegrini estarán puestas sin duda en el brasileño Vitor Roque.
'Tigrinho', que ya se vio las caras con su exequipo el pasado mes de diciembre en el Benito Villamarín, apunta a titular en un escenario en el que, hace apenas un año, daba sus primeros pasos en el fútbol europeo y en LaLiga. Llegó de urgencia al Barça, adelantando unos meses un fichaje que estaba apalabrado para el verano, y no tardó en estrenarse ante su público y en marcar su primer gol como azulgrana, el 31 de enero de 2024 ante Osasuna para darle tres puntos a los de Xavi. Las cosas, sin embargo, no fueron para él como esperaba...
En seis meses en la Ciudad Condal participó en 16 partidos, pero sólo dos como titular, con un pobre bagaje de apenas 353 minuto sobre el terreno de juego, con dos goles. La marcha de Xavi, que no contaba con él, pareció ofrecerle una oportunidad de seguir en el club. Sin embargo, la llegada de Flick fue definitiva para que le terminaran abriendo la puerta de salida. Varios equipos pujaron por él, en especial el Sporting de Portugal, pero una conversación con Joaquín, que se desplazó hasta la casa del brasileño, fue decisiva para que apostara por el Betis.
Buscando recuperar la confianza en sí mismo
Un año después de esos primeros pasos en el Barça, Vitor Roque regresa a la que fue su casa con un doble objetivo: el primero, reivindicarse ante un equipo que, a su juicio, no le dio ni la confianza ni las oportunidades necesarias; el segundo, dejar atrás la ansiedad en la que vive en las últimas semanas por sus problemas para ver puerta. Tiene la confianza de Pellegrini como delantero titular, por delante de Bakambu, y el club le da cariño para que se sienta importante. Pero sus números no están siendo los que esperaba.
Prácticamente en el mismo tiempo que pasó en el Barcelona, como verdiblanco suma ya 25 partidos oficiales, 15 como titular, ha superado los 1.300 minutos de juego y ha firmado seis goles y dos asistencias. Sabe que en el Benito Villamarín rastrean el mercado en busca de un goleador que le ofrezca mayor competencia por el puesto de la que está teniendo con un desacertado Bakambu. Y la mejor forma de reafirmarse es en un partido como el de esta noche, ante su exequipo, con cuentas pendientes... y con una clasificación en juego.
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