El Barça compite contra Laporta

Después de trillones de cálculos cruzando estadísticas, esta semana la Inteligencia Artificial vino a cuantificarnos a través del superordenador de Opta el favoritismo del Real Madrid para ganar esta Liga 24/25. El Big Data cifra en un 86% las posibilidades de que los pupilos de Ancelotti revaliden título, por un 10,3% del Barcelona y un 2,2% del Atlético. Hace tres meses la Inteligencia Personal, encarnada en Luis García Plaza, emitió un veredicto similar y aunque al técnico del Alavés le faltaron los decimales, se atrevió a ampliar los plazos: "El Madrid está haciendo un equipo para dominar la Liga muchos años".

No parece este Barcelona capacitado para oponer suficiente resistencia en un torneo de nueve meses al arsenal ofensivo que acumulan los blancos. En realidad, bastante tiene la entidad azulgrana con sobrevivir a la calamitosa gestión de Laporta, que va directo a empatar con Bartomeu como el peor presidente culé. Mientras las cuentas de la temporada 22/23 siguen sin estar aprobadas, con 400 millones de euros de una empresa como Barça Studios inflados de manera evidentemente ficticia ante la clamorosa permisividad del (supuesto) control financiero de LaLiga, y hay jugadores que aún no pueden ser inscritos, Laporta se gasta el dinero que no tiene en fichajes difíciles de entender desde el punto de vista económico (61 millones por un inexperto Vitor Roque al que ocho meses después de debutar ya quieren desprenderse de él) o desde el punto de vista deportivo (55 millones por Dani Olmo teniendo en esa posición a un talento como Fermín cuando las necesidades de una plantilla descompensada recomiendan invertir ese dinero en los 60 kilos de la cláusula de Zubimendi, el gran anhelo de Xavi). Por fortuna, una nueva generación de jóvenes talentos de La Masia encarnados en Lamine, Fermín o Cubarsi que se suman a los Pedri, Gavi y Araujo vienen a sostener desde el campo a una directiva cuya desvergonzada respuesta al gravísimo Caso Negreira mantiene a la institución hundida en una crisis reputacional sin precedentes.

Quien sí puede presumir de gestión responsable y sostenible es el Atlético, que ha animado el mercado con refuerzos tan notables como Le Normand, Sorloth y, a la cabeza, un Julián Álvarez llamado a ser bandera del nuevo proyecto rojiblanco. Se antoja complicado que le alcance para pelear de tú a tú el campeonato a su poderoso vecino, pero su objetivo apunta a poder competir hasta el final y a desbancar al Barça del segundo puesto de nuestro fútbol.