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Habrá lógica celebración. Pero comedida. Justa. En el caso de que el Barcelona conquiste este sábado contra el Real Madrid en Sevilla su Copa del Rey número 32, no habrá grandes festejos. No por falta de ganas ni porque el título no lo merezca, sino porque el calendario no da tregua y Hansi Flick no quiere muchas distracciones: el miércoles 30 los culés juegan la ida de las semifinales de la Copa del Rey contra el Inter de Milán.
El Barça, que ya ha conquistado la Supercopa de España, tiene como gran objetivo este curso el triplete. El primer reto pasa, lógicamente, por ganar este sábado a los de Ancelotti en la final de la Copa del Rey que se disputa en el estadio de La Cartuja. Los catalanes harán noche en Sevilla y regresarán el domingo al mediodía a la Ciudad Condal. Y a las pocas horas, el lunes a las 11:00 horas, deberán ponerse a preparar las semifinales de la Champions League contra el Inter. Los futbolistas podrán disfrutar en el feudo andaluz el gran éxito contra el eterno rival. Pero poco más. No tendrán tiempo para deleitarse ni recrearse con un nuevo título porque el calendario no les da tregua y no permite grandes disfrutes.
Como en la Supercopa
En esta ocasión, les pasaría lo mismo que les sucedió tras conquistar la Supercopa de España en Arabia, también se cruzaron en la final contra el Real Madrid. El encuentro fue el 12 de enero y el 15 disputaron los octavos de final de la Copa del Rey contra el Betis. Se celebró, pero se hizo en el King Abdullah Sports City y poco más. En el caso de imponerse este sábado en la final de la Copa del Rey tampoco hay, en estos momentos, grandes festejos programados por parte del club culé. Otra cosa es la espontaneidad que manifieste la afición culé por las calles de Barcelona.
La ambición de Hansi Flick, el vestuario y de toda la entidad invita a la ponderación en un tramo decisivo del campeonato. Cualquier error se paga muy caro, poniendo en riesgo un título, y el ansiado triplete. Un mal resultado contra el Inter en la ida puede dar al traste con las grandes metas fijadas.
Prudencia total
"¿Todo es posible? Sí, pero hay que trabajar mucho para conseguir los objetivos. Está la final de la Copa, la Champions League y también la LaLiga en la que nos quedan cinco partidos muy duros, de lucha, muy complejos y a cara de perro porque todos nos jugamos cosas", reconoció Joan Laporta, que mantiene un discurso comedido. En el Barça consideran que son jornadas de mantener la prudencia, en los discursos y en las celebraciones... confían en poder festejar todo dentro de unas semanas.
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