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El Barcelona tuvo 70 minutos excepcionales frente al Atlético de Madrid en los cuales fue mejor que su rival, le metió cuatro goles y falló unas cuantas ocasiones clarísimas para meter unos cuantos más. Sin embargo, el resultado final señala un 4-4 que muchos no podrán explicarse a la vista de ese periodo del partido. Los problemas para los de Flick estuvieron en el comienzo y en el final del partido. Se cometieron muchos errores y el problema es que no es la primera vez que esto ocurre.
El primer pecado fue la forma en que entró el equipo en el partido. No puede ser que el rival te remate en dos ocasiones en el primer minuto y menos que el segundo se convierta en el primer gol del partido. A los cinco minutos el Atlético ya había conseguido el segundo tanto después de un regalo de Koundé, dejando clara la pájara con la que entró el equipo en campo.
El partido de Lisboa
No es la primera vez que esto le sucede al Barcelona. En Lisboa, en el partido de Champions frente al Benfica, ya le sucedió algo similar porque a los dos minutos Pavlidis ya le había marcado el primero de los tres que le hizo ese día. Con el Leganés, la misma historia. Gol de Sergio a los cuatro minutos. Frente al Sevilla en Liga fue algo similar. Recibió el Barcelona un gol en el minuto 8, justo después de que Lewandowski hubiera adelantado a los azulgranas. El problema fue que el gol se hizo en la jugada de saque del tanto del polaco. Otra clara falta de concentración.
Descalabro al final
Los otros errores se produjeron en los últimos minutos de partido. Con ventaja en el marcador, el equipo no supo dar tranquilidad al juego, contemporizar y no buscar el quinto gol cuando tocaba resguardar la defensa. El Atlético desarboló a los azulgranas y fue capaz de meter dos goles que empataron el partido y la eliminatoria. Lo mismo sucedió en el choque de Liga cuando Sorloth metió en el 96 y dio los tres puntos a los madrileños. Al Barcelona le faltó experiencia para saber gestionar el tramo final del partido. Y Flick les había avisado en el descanso.
El recuerdo del Atalanta
Una situación similar vivió el Barcelona frente al Atalanta en Champions cuando se puso por delante en el marcado en dos ocasiones y por dos veces le empataron. Fue el mismo problema, el equipo no sabe gestionar esos finales de partidos en los que se encuentra con ventaja. En muchas ocasiones se busca un nuevo gol y se descuida la parte de atrás. Y lo pagan caro.
Tenemos que aprender a tener la pelota y no tirar la línea tan arriba en los minutos finales
La línea del fuera de juego
"Hay que cuidar estas situaciones. Son cosas que tenemos que aprender. Tenemos que saber tener la pelota y no tirar la línea tan arriba en los minutos finales del partido", dijo Pedri a la conclusión del choque. Hacía unas semanas, Íñigo Martínez se había manifestado en términos similares y ayer repitió. Los azulgranas saben cuál es el problema pero vuelven a caer en el mismo.
Ataque y defensa
El Barcelona está ofreciendo un excelente rendimiento ofensivo, pero en la retaguardia queda trabajo por hacer. Son problemas que se pueden considerar normales en equipos en los que sus jugadores son muy jóvenes. A Flick le queda trabajo por delante y ahora empieza a ser urgente porque los partidos decisivos empiezan a llegar uno detrás de otro.
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