El Atlético marcó un punto de inflexión en la portería culé

Poco se imaginaba el Atlético de Madrid, ni los seguidores del Barcelona, que el encuentro contra los de Simeone del 21 de diciembre iba a ser el último antes de la tormenta en el portería. Iñaki Peña saltaba al terreno de juego con la vitola, por última vez, de titular indiscutible. Dos meses después, la situación bajo palos ha dado un giro de 180 grados y, salvo sorpresa, este martes Szczesny seguirá como guardián de la meta culé. 

Iñaki Peña firmaba contra el Atlético de Madrid en el Olímpico su decimoctava titularidad consecutiva. Desde la lesión de Ter Stegen, Hansi Flick había apostado ciegamente por el alicantino y siempre había dejado claro que era el titular. Pero la historia ha cambiado. Ya arrancó 2025 jugando Szczcesny, en el debut del equipo en la Copa, en Barbastro. Una decisión que no parecía revestir mayor trascendencia teniendo en cuenta que muchos conjuntos rotan sus arqueros en el torneo del K.O.

La primera sorpresa llegó en Arabia, en la Supercopa. Iñaki Peña no fue puntual a una charla técnica y el preparador alemán le dejó en el banquillo en la semifinal. El debate en la portería estaba servido y más tras decidir Hansi Flick volver a poner de inicio a Szczesny en la final. En todo 2025, el alicantino sólo ha sido titular contra el Betis, ya que el polaco cumplía sanción, y contra el Getafe. Desde entonces, está relegado al banquillo.

Se conocen bien

Por lo tanto, salvo sorpresa, este martes el Atlético de Madrid se encontrará con Szczesny, al que conoce bastante bien. De hecho, los madrileños son uno de los equipos de LaLiga a los que más veces se ha medido el polaco, con suerte dispar. El ahora azulgrana se ha cruzado con los rojiblancos en cuatro ocasiones, todas con la Juve y en Champions. En estos compromisos ha recibido cuatro dianas, pero ha dejado la portería a cero en dos ocasiones.

En la temporada 18-19, Juve y Atlético se encontraron en los octavos de final de la máxima competición europea. En Madrid, los de Simeone ganaron 2-0, con goles de Giménez y Godín, pero en Italia perdieron por 3-0. Al año siguiente, quedaron emparejados en el mismo grupo. En el Metropolitano empataron a dos y, en Turín, el partido terminó 1-0.