Era día de partido grande en el Metropolitano y Julián lo sabía. La Araña, en su primera temporada como colchonero, ya sabe a la perfección qué dos rivales hay que batir en el fútbol español para conseguir éxitos importantes y se ha marcado como objetivo ser diferencial ante los dos transatlánticos del fútbol español.
En la visita de los rojiblancos a Montjuïc en Copa anotó un tanto y dio una asistencia y en los choques contra el Real Madrid en Liga y Liga de Campeones, logró un golazo en la máxima competición continental y una diana al transformar un penalti a lo Panenka.
Pero en esta ocasión, la situación todavía era más complicada. Tras unos días bajo el foco por si había tocado dos veces o no el esférico en el lanzamiento de la famosa tanda ante los madridistas, Julián pasó página, felicitó a su rival por el triunfo y se centró en ayudar a los suyos a conseguir los dos títulos restantes en juego.
Frente al equipo de Flick, el delantero argentino no tuvo una primera fácil. Los culés jugaban con la defensa tan adelantada que le costaba un mundo llegar al área rival y por ello, cada ocasión ante Szczesny era oro. Y en la primera que tuvo no la desaprovechó. Igual que ocurrió ante el Athletic en una de las pocas situaciones de peligro que tuvo el Atlético, La Araña remató al fondo de la red. Está claro que buena parte de protagonismo en el gol la tuvo Giuliano con su asistencia, pero el campeón del mundo es de esos jugadores que no perdona.
En un partido en el que el Atlético estaba corriendo detrás del balón y el Barcelona había generado más peligro, Julián anotó su gol número 23 de la temporada, una cifra digna de una auténtica estrella del fútbol mundial y que sólo unos elegidos han alcanzado con la elástica rojiblanca. Sin duda, a Julián no le ha pesado el famoso penalti y ha vuelto a ser decisivo. Algo, por cierto, que suele ser habitual como demuestra el hecho de que el argentino sea el quinto jugador de LaLiga que ha participado en más goles. Hasta la fecha, en el campeonato doméstico suma 23 dianas y cinco asistencias, sólo superado por Raphinha, Lewandowski, Mbappé, Vinicius y Lamine.
Sin lugar a dudas, méritos más que suficientes para que el Metropolitano le dedicara una sonora ovación cuando fue sustituido en el minuto 60 de partido para que entrara Sorloth en su lugar. Está claro que la grada rojiblanca le tiene como su gran ídolo y le dio todo el cariño necesario tras la decepción del pasado miércoles.
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