- Atlético. El Bayer de Xabi es mucho Bayer... pero el Atlético de Simeone es más
- Atlético. Con Julián siempre hay que creer
Cualquiera podría imaginar al descanso, después de media parte jugando con diez, con el Bayer ya por delante en el marcador y monopolizando la posesión, que en esta ocasión, por más que el Atlético sea el equipo que nunca deja de creer, pudiera llevarse al menos un punto. Sin embargo, tampoco podía olvidarse el superpoder de la Araña procedente de otra galaxia que ha llegado este verano para poner patas arriba al Metropolitano en la próxima década.
No sería la primera vez que sus picotazos resolvían la papeleta del Atlético (ya ha celebrado seis tantos en LaLiga, otros seis en la Champions y cuatro en la Copa), pero la manera en que se echó al equipo a la espalda confirma que ya está preparado para heredar el trono de Griezmann. Ese relevo está programado para cuando el francés dé un paso a un lado, pero mientras conviven Julián ya empieza a demostrar la clase de futbolista con la que se puede aspirar a todo.
Incluida la propia Champions que Simeone reconocería en la previa que está entre ceja y ceja de todos. El único título que se resiste al Atlético del Cholo y que la Araña ya tiene en su palmarés. En el City la levantaría como actor secundario, de rojiblanco es el mayor argumento para mirar a la cara a cualquiera en Europa. El Bayer. con todo a favor y un fútbol de violines, puede dar fe. Su veneno puede con todo.
Como pudo con Tah para comerle la tostada en una carrera de 70 metros memorable. Como aguantó la presión de Grimaldo antes de empatar el duelo. Antes de bailar sobre la tela de una araña regateando la salida del portero sobre la bocina para hacer el segundo. Dos goles que encarnan su fe y su calidad. Su capacidad para medirse a cualquier gigante.
El nuevo ídolo
Tras encumbrarse, ante los micrófonos, su veneno volvería a dar paso a su sentido colectivo. “Muy contento por los tres puntos. No fue fácil. Por todo lo que pasó en el partido, quedar con uno menos, nos hacen un gol, lo veíamos un poco negro, pero haciendo nuestro juego, con humildad llegó el empate y luego 10 contra 10 vimos la chance de poder ganar”, dijo. “Tuvimos que pensar en salir todos adelante jugando en equipo. Llegó el empate y en los últimos minutos sabíamos que nos lo jugábamos todo”, añadió como si nada.
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