Pocos jugadores en el Atlético tienen las piernas de Pablo Barrios, pero para desgracia de todos, su exceso de ímpetu le ha jugado una mala pasada en el trascendental encuentro de Champions frente al Leverkusen. Tanto, que a los 23 minutos dejaba a su equipo con diez tras pasarse de frenada.
Jugador de guante blanco, Barrios pagaría muy caro lo que es la primera tarjeta roja de su carrera profesional, tras 82 partidos desde que debutara en el Atlético. Pese a que no tenía mala intención, el VAR le acabaría delatando.
En su intento de pelear un balón a Frimpong, el canterano no sólo acabaría derribando a su par, sino que la altura en la que impactaría al neerlandés, en su gemelo, sería fatal.
El más difícil todavía para el Atlético
Así, pese a que en un primer instante el árbitro mostraría la amarilla a Barrios, mientras los servicios médicos del Bayer atendía a Frimpong, la televisión acabaría suponiendo su condena, pues tras ser instado el colegiado a revisar la jugada, no tendría duda: a la calle.
De este modo, el Atlético, que ya estaba sufriendo la posesión y la capacidad de los alemanes para embotellarle, se ve obligado a hacer un esfuerzo extra, teniendo que resistir con diez jugadores prácticamente 80 minutos.
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