El Atlético dejó claro su deseo de pelear por el podio liguero desde que Riquelme encarrilara el duelo a los cinco minutos.
Tuvo poco trabajo, pero cuando tuvo que aparecer fue para desbaratar un intencionado latigazo de Darder y un disparo de Larin dentro del área.
Máximo oficio para cerrar el flanco derecho. Más dificultad con el balón, pero sin complicarse. También cuando en la segunda parte ejerció de central zurdo.
Pese a sus 35 años, mientras los partidos no adquieran vértigo puede jugar hasta los 70 por su clase, colocación y seguridad.
Su liderazgo es indiscutible. Sano y bien acompañado sigue siendo un central de quilates.
Se gustó con el balón y pudo marcar tras una gran pared con Correa, pero evidenció que lo suyo no es la definición rematando al lateral de la red.
Una sola acción nada más empezar le bastó para enseñar todo su repertorio: control-regate de espuela y cañonazo imparable. Maniobra de crack mundial. Después demostró su fútbol no tiene límites ni aunque tenga que adaptarse a carrilero.
Probablemente en la posición (medio derecha) que mejor le sienta, dando rienda a su potencia para atacar y para ayudar al lateral. Eso sí, le faltó precisión y calidad en la definición, perdonando un gol con todo a placer.
Jugó a su antojo, marcando los tiempos y haciendo moverse al equipo a su ritmo.
Escudero perfecto de Koke, socio para combinar y trabajador incansable en la recuperación.
También le vino bien actuar más adelantando y con libertad para romper por el medio. Le faltó culminar sus acciones.
Le faltó más mordiente en su primer disparo, evidenciando luego que no es un 9, pero sí un 10 con el que siempre se puede generar juego en las inmediaciones del área. Regaló un gol a Hermoso y otro a Llorente que no supieron materializar.
A buen nivel, sin problemas a sus espaldas y dando salida por su banda.
Trató de aportar cuajo junto a Koke para matar el partido.
Algo más de diez minutos para ir recuperando moral, aunque no llegó a intervenir.
Entró en la prolongación para alicatar el flanco zurdo.
Cemento para el tiempo de descuento.
Reinildo
Volvió a dar con la tecla dando continuidad al 5-4-1, asfixiando al Mallorca con la defensa adelantada y dominando el partido de principio a fin. También fue visionario un día antes ensayando con Riquelme la definición.
Comentarios