Oporto, Milan y Liverpool, en la temporada 21-22. Oporto, Brujas y Bayer Leverkusen, en la 22-23. Estos son los seis rivales que se ha encontrado el Atlético en las dos últimas temporadas en la fase de grupos de la Champions. De todos ellos, apenas los lusos -la temporada pasada- se fueron sin sumar del coliseo del Metropolitano. Una explicación meridiana de la eliminación del curso pasado y lo que sufrió el conjunto rojiblanco un año antes para meterse entre los 16 mejores.
De ahí la importancia que tenía el duelo ante el Feyenoord, en teoría el rival más fuerte del grupo. El empate en Roma, pese al drama del gol del portero en la prolongación, iba a hacerse bueno sólo en caso de victoria ante los de los Países Bajos. Caer o empatar suponía recordar fantasmas de los últimos dos cursos. Y empezar a sacar la calculadora pensando en el doble duelo ante el Celtic y en la visita a Rotterdam donde deberían, por el nivel de los equipos, jugarse el primer puesto los dos rivales de este miércoles.
Atlético de Madrid 3-2 Feyenoord: resumen y goles | Champions League (J2)
Pero el Atlético ganó remontando dos veces, como ya había sucedido ante el Cádiz apenas 72 horas antes. El Atlético abrochó los tres puntos, así las cosas, para encauzar un pase que debe consolidar ante el Celtic, tanto en Madrid como en Glasgow.
En cualquier caso, la clave era dejar de vivir con ansiedad estos duelos continentales. Se nota en el ambiente, pero también en el equipo e incluso en el banquillo. Sabe Simeone, lo ha reconocido en varias ocasiones, que la Champions les cuesta y qué mejor manera de empezar a vencer ese miedo que ganando el primer duelo. Dicho y hecho.
