El Almería se encuentra sumido en una profunda crisis de la que le es imposible salir. Los seguidores de la Liga Hypermotion y, en especial, los almerienses, recordarán aquel mote que nació en redes sociales y que adoptó el propio club cuando comenzó la remontada en la clasificación tras superar un inicio de temporada nefasto. Aquel equipo que comenzaba a encadenar victoria tras victoria y que se mantuvo invicto durante 14 jornadas consecutivas era denominado... el coco.
Ese divertido e intimidatorio mote, que no gustaba por igual a todos los aficionados de la categoría de plata, se convirtió en un aviso para los equipos que por entonces lideraban la clasificación y veían, poco a poco, cómo un revolucionario Almería les iba ganando terreno hasta completar la hazaña de pasar en pocas jornadas del descenso a la primera posición y proclamarse campeón de invierno. Los aficionados publicaban los emoticonos de la conocida peluda fruta tropical después de cada victoria y los perfiles del club indálico en redes sociales también compartían memes con la imagen del coco, en clara referencia a la ficticia figura antropomórfica que asusta a los niños por las noches, utilizándolo como un símil con sus rivales.
Sin embargo, no queda ni rastro de ese equipo que asustaba y parecía ir sobrado en la competición desde la derrota en Albacete. Los rojiblancos acumulan ya ocho jornadas consecutivas sin ganar, están fuera de los puestos de playoffs y a seis puntos del ascenso directo, el principal objetivo del club. Rubi, que ya pasó por una situación idéntica en el año del ascenso a Primera división con el Huesca (también estuvo ocho partidos sin ganar), no consigue dar con la tecla para volver a revivir a un equipo que parece muerto.
Los almerienses se descuelgan un poco más cada jornada, a pesar de ser uno de los mejores locales de las dos principales Ligas de España. Suman 12 partidos seguidos sin perder en el feudo rojiblanco, al igual que el Huesca, y sólo es superado por el Atlético de Madrid (14). De hecho, sólo ha sucumbido una vez en casa esta temporada (fue ante el Castellón el 16 de septiembre). Pero ni eso ni tener el tridente ofensivo más goleador de la categoría (34 goles entre Arribas, Baptistao y Luis Suárez) les basta para estar arriba.
Siempre a remolque
En más de la mitad de la treintena de partidos que se han disputado hasta la fecha, los andaluces se han visto obligados a remontar, concretamente en 16. Remontar un partido ya resulta de por sí difícil, aunque puede que más en Segunda. Tanto es así que el Almería tan sólo ha logrado remontar en dos de los 16 partidos en los que ha comenzado por debajo en el marcador (Elche, fuera, y Granada, en casa). Son demasiados partidos en los que los indálicos le brindan la iniciativa goleadora al rival, y eso les termina condenando.
Tampoco ayuda la forma en la que entra el equipo a los partidos, una y otra vez, sin lograr remediarlo. En esos 16 encuentros, el Almería ha encajado 31 goles, de los cuales 19 han sido en las primeras partes (63,33%) y ha recibido 11 sólo en los primeros 20 minutos de partido (35,48%). Unos datos terroríficos que lastran claramente el devenir del encuentro y que imposibilita que el equipo de Rubi salga del embrollo en el que está metido.
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