Ya poco queda de aquel Conor McGregor que tumbó a Jose Aldo en tiempo récord o que ajustó cuentas con Nate Diaz. Menos aún de aquel joven irlandés que 'enganchó' a miles de personas a las MMA y que ayudó a que UFC sea hoy en día lo que es. Por aquel entonces, 'The Notorious' no sólo se convirtió en la cara de su deporte, sino en el deportista más famoso del planeta.
Conor, cuyo destino era dedicarse a la fontanería, pasó de solicitar un subsidio gubernamental para poder vivir a convertirse en el primer doble campeón de UFC en pocos años. El irlandés soñó a lo grande, se visualizó triunfando y logró hacerlo realidad. En abril de 2013, McGregor recibía su último cheque de ayuda social (unos 200 euros), apenas unos días antes de su primera pelea en UFC, por la que Conor se embolsó 60.000 dólares.
En lo sucesivo, su éxito fue tal que en 2017 recibió una oferta que cambió su vida: un combate de boxeo contra Floyd Mayweather por el que acabaría ganando cerca de 100 millones de dólares. Por aquella época se acentuaron los escándalos que ensombrecieron la carrera del luchador de Dublín. Su problema más habitual, en realidad, ha tenido que ver con las infracciones de tráfico. En 2018 se le retiró el carné de conducir seis meses, pero esto no es nada comparado con la sentencia de esta semana y otros incidentes protagonizados.
Un jurado lo ha declarado culpable de violación en un juicio civil en el Tribunal Superior de Irlanda por unos hechos que se remontan a diciembre de 2018. 'The Notorious' tendrá que pagar una indemnización 250.000 euros por daños y perjuicios a la víctima, Nikita Hand. Si bien es habitual ver a al deportista trasnochar y beber alcohol, durante este proceso judicial McGregor ha reconocido que llevaba cocaína en su coche aquel día. Añadió que cuando sale de fiesta suele reservar una suite de hotel para finalizar la juerga, ducharse y desayunar antes de volver a su casa, "pero no para tener sexo con chicas".
En cualquier caso, el comportamiento de McGregor siempre ha sido censurable, comenzando por episodios menores -para él- como la guerra de botellazos con Nate Diaz durante la conferencia de prensa de UFC 202, si bien la comenzó el equipo del estadounidense. A Eddie Álvarez lo intentó golpear con una silla antes de UFC 205, pero en realidad estos 'arrebatos' eran sólo el preludio de lo que estaba por venir.
Ataque al autobús de UFC
Todo empezó a ir a peor el día que atacó el propio autobús de UFC allá por abril de 2018 en Nueva York. El irlandés y sus secuaces acudieron al Barclays Center sin más motivo que delinquir. Lanzaron vallas metálicas de protección y otros objetos pesados contra el vehículo en el que iban numerosos luchadores, como el aspirante a su título entonces, Khabib Nurmagomedov. Varios peleadores, como Michael Chiesa y Ray Borg, resultaron heridos por la rotura de cristales del autobús y esto obligó a la organización a cancelar tres peleas de las programadas para la velada. McGregor, evidentemente, fue detenido por aquello. Dentro de lo malo para el negocio, despertó mayor expectación de cara a un combate contra Khabib. Los abogados de Conor llegaron a un acuerdo con la Fiscalía y pagó una indemnización, cumplió cinco días de servicio comunitario y aceptó acudir a un breve curso de control de la ira. Hay que decir, que meses después no fue el irlandés quien comenzó la batalla campal tras su derrota en UFC 229.
Unos meses después sucedería aquello por lo que acaba de ser condenado. En marzo de 2019, 'The Notorious' le quitó y destrozó el teléfono a un fan que intentó sacarle una foto en Miami Beach. El luchador fue arrestado por robo y por los daños causados. Pasó varias horas en prisión hasta que pagó una fianza de 5.000 dólares. Luego llegó a un acuerdo con el implicado, quien había presentado una demanda civil.
En agosto de 2019 tuvo lugar uno de los episodios que siempre acompañarán al excampeón de UFC. Conor golpeó en un pub a un cliente de cierta edad que se había negado repetidamente a probar su whisky Proper Nº Twelve, una marca que el artista marcial había lanza el año anterior. En noviembre de ese mismo año, McGregor se declaró culpable de agresión, pagó una multa y de esta manera evitó una pena de hasta seis meses de prisión. Por supuesto, la víctima también fue indemnizada. Lo más curioso es que durante aquel proceso se descubrió la cantidad de delitos penales relacionados con la conducción que había protagonizado.
En septiembre de 2020, 'The Notorious' fue detenido en Córcega por una presunta agresión sexual en un bar. Ocho meses después se desestimó un proceso penal por falta de pruebas. En octubre de 2021, McGregor acudió al Vaticano junto a su pareja para bautizar a su tercer hijo. Después, hubo una celebración en un hotel de Roma y sco Facchinetti, un famoso DJ italiano, aseguró que fue agredido por el luchador. Denunció que sufrió una conmoción cerebral, le rompió la nariz y el labio. Públicamente, este incidente quedó enterrado.
En julio de 2022, Conor fue acusado de agredir físicamente a una mujer en su yate cuando estaba en Ibiza, durante la fiesta de celebración de su cumpleaños. Meses después la mujer denunció los hechos en Irlanda, pero esta fue retirada poco después. Por su parte, las autoridades españolas no acusaron a McGregor. En junio de 2023, durante el cuarto partido de las Finales de la NBA en Miami, 'The Notorious' fue acusado de agredir sexualmente a una mujer en un baño del Kaseya Center. La mujer alegó que el artista marcial la agredió "violentamente" después de que el personal de seguridad la obligara a entrar al baño. En octubre de 2023, la Fiscalía decidió no presentar cargos por falta de pruebas.
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