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Así pilla la Guardia Civil a quienes cometen delitos al volante y los suben a redes

Los del GIAT son los encargados de investigar estos delitos después de una labor detectivesca que no siempre es sencilla.

Un miembro del GIAT, investigando un delito al volante subido a redes...
Un miembro del GIAT, investigando un delito al volante subido a redes sociales.DGT.

Desde hace unos años los vídeos de delitos al volante son cada vez algo más común. En un país como el nuestro, en el que el 86% de la población entre 12 y 76 años emplea redes sociales, aquellos que quieren alardear de su forma de conducir saltándose todas las normas exhiben cada vez más su comportamiento en Instagram (que cuenta con 24 millones de s en España) o TikTok (16,6 millones).

Todo tipo de barbaridades

Conductores circulando por encima de 200 km/h, carreras ilegales, adelantamientos temerarios, derrapes, zig-zag, pasajeros que sacan medio cuerpo por las ventanillas o aparecen sentados en el capó o el techo... Cualquier delito puede sorprendernos a través de la pantalla de nuestro teléfono para alegría de su autor, que se a menudo se siente impune. Pero no lo es, porque hay un grupo de la Guardia Civil llamado GIAT (Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico) que se encarga de localizar estos posibles delitos, identificar a los conductores y ponerlos delante un juez.

El GIAT cuenta con más de 200 especialistas, repartidos en 15 Guardias Civiles en el GIAT central y una cifra que oscila entre 3 y 5 en cada provincia. Su misión consiste en parar los pies a quienes cometen estas barbaridades al volante, ayudados por los mismos autores al tener la 'brillante' idea de subirlas a las redes. Pero no es fácil su tarea.

Pixabay.

Su trabajo se ayuda de una plataforma llamada Lince que les permite rastrear delitos al introducir una serie de filtros y palabras determinadas, como puede ser "derrapes", "donut" (hacer círculos en el suelo con coches de propulsión trasera), "velocidad"...

Como imaginarás es mucho el material que encuentran, así que con ello tienen que empezar a hacer un cribado para desestimar lo que no les vale. Por ejemplo, en muchos casos los vídeos han sido grabados fuera de España o ni siquiera merecen ser considerados como infracción. En otros sí que hay una infracción, pero solo merecedora de una sanción istrativa, para lo que se envía a la Jefatura correspondiente con el fin de que esta formule la denuncia.

Gran labor de investigación

Pero en muchos casos el vídeo sí que muestra una actitud delictiva y entonces comienza una auténtica labor detectivesca que en la mayoría de los casos termina bien para los investigadores. Por un lado hay que identificar al conductor, y para ello se comprueba a través de qué cuenta de correo se ha colgado el vídeo. Eso puede ayudar a poner fecha al delito, ya que encima estas grabaciones se suben de forma casi instantánea.

DGT.

También es importante localizar el tipo de vehículo y el lugar en el que se producen. Para ello se observa bien la imagen poniendo especial cuidado en el entorno, aprovechando que hay del GIAT en todas las provincias. Una vez que se ha localizado la carretera, la DGT se vale de las imágenes que han tomado cámaras OCR y LPR (las que son capaces de leer las placas de matrícula) para identificar el modelo, la matrícula e incluso el punto kilométrico exacto. Para esto último, si se llega a visualizar una señal o punto kilométrico, se valen de ampliaciones hasta que son capaces de hacer una lectura fiable.

Según afirman desde el GIAT, los casos más fáciles tardan unas dos o tres semanas en resolverse. Pero hay algunos que han requerido incluso de varios meses.

No hace falta saberlo todo

Pero no hace falta que recopilen todos los datos para formular la denuncia. Así, puede darse por ejemplo el caso de que constaten la comisión del delito e incluso el coche o moto de la que se trataba, pero no tengan pruebas de quien estaba al volante o al manillar. En ese caso el caso también se envía al juez, que se encarga de llamar a declarar al propietario para que aclare si era él quien iba al volante o dé el nombre de quien lo hacía.

En cualquier caso, desde la DGT recuerdan que cualquier ciudadano puede ayudar a que estos presuntos delincuentes sean denunciados, enviando fotos o vídeos de la barbaridad al volante que hayan fotografiado, grabado o visto en redes sociales. El correo para ello es [email protected] y la denuncia es absolutamente anónima.

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