Coches con etiqueta A y B: los fabricantes piden que puedan circular hasta 2025 y 2027

La patronal que reúne a los fabricantes de automóviles en España (ANFAC) ha presentado hoy sus propuestas para la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en nuestro país, que son obligatorias ya en este año 2023 en los municipios con más de 50.000 habitantes (también en otros con menos población pero con altos niveles registrados de contaminación).

Aunque el Gobierno tiene diseñado un marco normativo para las ZBE (con guías técnicas, directrices y un Real Decreto para los diferentes municipios, que son los que en última instancia las diseñarán individualmente), los fabricantes consideran que hay que tener en cuenta aspectos importantes en su desarrollo y ha lanzado una serie de propuestas para mejorarlas.

ZBE con una "mínima base común"

El director general de ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones), José López-Tafall, y su directora del Área Industrial y Medio Ambiente, Arancha García, han presentado hoy estas propuestas con dos aspectos clave.

El primero se refiere a una "mínima base común" para todas las zonas restringidas que contemplen los aspectos que puedan ser armonizados sin perjuicio de las peculiaridades que puedan afectar a cada caso concreto. Se trata de que las ZBE no sean "una fuente continua de confusión y perjuicio a ciudadanos y empresas".

Por ello, consideran que es necesaria una señalización uniforme de las ZBE en todo el territorio nacional (delimitando claramente su perímetro, así como las zonas de carga y descarga o de aparcamiento) y que sería muy conveniente "que la información relacionada con la delimitación de la ZBE estuviese disponible de manera abierta y que esta información pueda ser incorporada, por ejemplo, a los sistemas de navegación de los vehículos".

Dos y cuatro años de margen para las etiquetas A y B

ANFAC considera que el calendario de aplicación de las ZBE debe ser gradual, en base a varias fases (similares a las que, por ejemplo, se están aplicando en Madrid): restringiendo inicialmente el a los vehículos sin etiqueta con una moratoria de dos años y posteriormente a los B, con cuatro años de margen.

El segundo se refiere a que las ZBE tengan en cuenta la realidad del parque automovilístico español. La radiografía de los coches que circulen por nuestras carreteras muestra una edad media muy alta (el 47% tiene más de 15 años de antigüedad y el 63% más de 10 años) y, en cuanto a su nivel de contaminación, predominan los más contaminantes: el 62% tienen etiqueta B o carecen, directamente, de distintivo ecológico de la DGT.

Esta visión contrasta con la de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que recientemente ha urgido a los municipios a tener las restricciones ejecutándose ya en 2024.

Las ZBE y la "jerarquía anti-vehículos"

ANFAC considera que no se puede construir "un modelo de Zonas de Bajas Emisiones basado en una jerarquía anti-vehículos". Los fabricantes creen que estas medidas "no apuestan por el vehículo como una solución de movilidad más" y consideran que las ZBE deben ser "compatibles con el vehículo limpio y el derecho de los ciudadanos a elegir libremente cómo desean moverse".

La istración como "ejemplo"

Además de los puntos destacados anteriormente, los fabricantes consideran que la istración pública debe predicar con el ejemplo y renovar su flota de vehículos a modelos limpios. "Se propone un modelo ejemplarizante para las flotas de transporte público y vehículos oficiales", de manera que "sean los primeros en dar el salto a la renovación acelerada a vehículos con etiqueta Eco y CERO".