Venden una Ducati de Capirossi con tecnología del Ferrari de Schumacher

Ducati era a finales del siglo pasado una marca centrada en Superbikes, ya que preferían desarrollar motores de cuatro tiempos frente a los de dos tiempos empleados en los Grandes Premios. Pero a principios de milenio todo cambió: la categoría reina del motociclismo iba a abandonar los motores de 500 c.c. en favor de otros de cuatro tiempos con hasta 990 c.c. Se prometía más velocidad, más potencia, un nuevo sonido más grave... y Ducati se lanzó de cabeza para batirse con las marcas japonesas.

El anuncio de su aparición en la parrilla se hizo en 2001 y a mitad de la temporada 2002, en Mugello para ser más concretos (junio), la moto decorada de un 'rojo Ferrari' apareció por primera vez. Aquella Ducati, y las que se sucederían hasta 2006 (en 2007 bajarían su cilindrada a 800 c.c.) comenzó a labrarse una fama de ser la versión con dos ruedas de los Ferrari de Fórmula 1. De hecho, Ducati había contratado especialistas en aerodinámica que provenían de la máxima categoría del automovilismo e ingenieros que tenían experiencia con los Ferrari ganadores de Michael Schumacher.

Buena relación

También debió contribuir a esta fama el hecho de que Ducati y Ferrari dominaran sus respectivos campeonatos al mismo tiempo, y que Loris Capirossi y Michael Schumacher mantuvieran una gran relación, con el alemán siguiendo en pista la carrera de Loris en alguna ocasión e incluso tratando de domar la Ducati del italiano en algún ensayo privado.

El máximo desarrollo que alcanzó Ducati con los motores de 990 c.c. llegó con la Ducati GP6, desarrollada para competir en la temporada 2006 y con 250 CV para solo 148 kg de peso. La moto que ves en estas imágenes fue creada para que Capirossi la utilizara en las últimas carreras de la temporada y se estrenó en el trío de carreras de Asia-Pacífico, disputadas en Malasia, Australia y Japón.

Lucha enconada

En las dos primeras Rossi consiguió imponer su Yamaha a la Ducati de Capirossi, pero en Japón fue Loris quien consiguió la pole position y quien obtuvo la victoria, sin que nadie le arrebatara la primera posición durante toda la carrera.

Tras ello, el Ducati Marlboro Team la 'empaquetó' hacia Europa, ya que tres semanas después tocaba correr en Estoril. No se le dio nada bien a los neumáticos Bridgestone el nuevo asfalto del circuito portugués y Capirossi no pudo pasar del puesto 12 en carrera, lo que le hizo caer hasta el cuarto lugar de la clasificación general.

Victoria inesperada

Solo quedaba Valencia. Sete Gibernau, compañero de Loris Capirossi en Ducati, no podía correr en casa porque en Estoril se había caído y arrastraba lesiones. Le sustituyó Troy Bayliss, piloto de Superbike de Ducati, y la elección no pudo ser más acertada porque fue para Bayliss la victoria, seguido muy de cerca por Capirossi.

El título era para el desaparecido Nicky Hayden, pero Loris conseguía aventajar en un punto a su compatriota Marco Melandri para auparse a la tercera posición del campeonato, con el añadido de haber logrado el récord del momento en ese circuito español con un tiempo de 1:32.924.

Un raro ejemplar

Tras la temporada, esta moto fue devuelta a la sede de Ducati y allí ha permanecido desde entonces. Pero nada es para siempre y la firma de Bolonia la va a vender para que engrose la colección de algún multimillonario coleccionista. No es fácil ver una MotoGP a la venta porque, a diferencia de lo que hace Ducati, las marcas japonesas tienen la costumbre de aplastar a final de temporada la mayoría de los ejemplares.

Y esta se encuentra en un estado tan original que conserva hasta el puño del manillar desgastado por Capirossi y las pegatinas de la inspección que le pusieron en el circuito de Cheste. Así que nunca alcanzará los precios que se pagan por un Ferrari de Michael Schumacher, pero se estima que en la subasta que este 3 de diciembre va a organizar RM Sotheby's alguien firmará un cheque por entre 400.000 y 800.000 dólares (entre 379.000 y 757.500 euros) para llevársela a su casa.