- Coches eléctricos. Italia pide revisar "cuanto antes" la "absurda" prohibición de vender coches térmicos en 2035
Alerta roja. Lo que eran hasta ahora sólo eran mensajes aislados de algunos países o fabricantes europeos se ha convertido en una postura común. La Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA) ha lanzado hoy un SOS ante lo que es les viene encima: la amenaza de multas multimillonarias en 2025.
El detonante: las cifras de ventas de coches eléctricos en los últimos meses, cuya caída ha pasado de ser una coyuntura a una tendencia. "Los últimos datos de matriculación de automóviles en la UE publicados hoy [que han reducido su peso en un año del 21 al 14,4% del total de las ventas] confirman una vez más que el mercado del coche eléctrico se encuentra ahora en una trayectoria descendente continua".
Las multas serían multimillonarias
Este parámetro (el de la mayor penentración progresiva de los coches eléctricos) es clave para que los fabricantes puedan cumplir las nuevas regulaciones de CO2 que entrarán en vigor el próximo año y que reducirán las emisiones medias permitidas al conjunto de la gama de las marcas europeas. Con más eléctricos (de cero emisiones) se podrían compensar, por ejemplo, las ventas de SUV de gasolina y diésel.
Los fabricantes europeos consideran que no se están dando las condiciones previstas para el esperado impulso de las vntas de eléctricos (infraestructura de recarga, incentivos fiscales y de compra, materias primas, entorno de fabricación competitivo...). De ahí que "la preocupación por cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 de automóviles y furgonetas para 2025 va en aumento".
Con este panorama, los fabricantes europeos dan por seguras "multas multimillonarias" que les obligarán a recortar producción y puestos de trabajo y, en última instancia "el debilitamiento de la cadena europea de suministro", que iría en favor de la creciente penetración del automóvil chino en el Viejo Continente.
Revisión urgente de objetivos
Ante esta situación, ACEA ha pedido una "acción urgente" ya que "la industria no puede permitirse esperar a la revisión de la normativa sobre CO2 en 2026 y 2027 [que también contempla un replanteamiento de la prohibición de los coches térmicos en 2035]". Esa revisión debería consistir, según los fabricantes, en "medidas de alivio a corto plazo para los objetivos de CO2 de 2025 para turismos y furgonetas, así como una revisión rápida, exhaustiva y sólida de los Reglamentos sobre CO2 para turismos y camiones".